H. Simpson
Pedro Ampudia
Al Pep se le ha rebelado el listo de la clase. El listo es Piqué y sabemos que es tan listo porque llevan días con la monserga del 140 de cociente intelectual. "Piqué es superdotado", titulaban los diarios y hacían referencia a la inteligencia para decepción de las groupies blaugranas. Ha parecido durante estos días que los centrales del Barcelona eran Cooper y Hofstadter en vez de Piqué y Puyol. "Smart is sexy" le decía Irene Adler a Sherlock Holmes en la serie de la BBC y ahora entendemos que lo que llamó la atención de Shakira no fue la apostura del muchacho sino el cociente. Sabíamos que, hasta ahora, el cociente mayúsculo de Piqué le servía para escupir ancianos, tirarle las cáscaras de las pipas al utillero y contar hasta cinco con la mano, pero parece que le sirve también para rebelarse contra el amo. Piqué en la grada pasando frío y con el cociente congelado. Por ahí no pasan el superdotado ni su papá, que fue a pedir explicaciones a Estiarte, que debe ser el jefe de estudios del colegio de La Masia.
De una masía salió también Luis Racionero, al que le suponía yo un cociente abultado, pero a juzgar por lo que hoy escribe en El Mundo Deportivo empiezo a pensar que algo le ha ocurrido al pensador. Parece que la experimentación psicotrópica no ha sentado por igual a nuestros filósofos y mientras Antonio Escohotado continua escribiendo esa magna obra que es Los Enemigos del Comercio, su amigo, Racionero, escribe en el periódico deportivo una nueva filosofía del underground, entendiendo underground por cloacas. Hasta el mejor escribano echa un borrón y quizás ese barcelonismo maulet de Racionero sea su manera de pedir perdón a la tribu por sus devaneos aznaristas y taurinos. Al antiguo director de la Biblioteca Nacional lo que realmente le pega es ser Co-Princep andorrano, que por algo nació en la Seo de Urgell. Eso sí, sobrevivir a un artículo como el de hoy seis veces se me antoja más difícil que sobrevivir seis veces a un gran amor.
Se rebela Piqué contra Guardiola y Racionero contra la liga corrupta, pero sabemos por Camus que no es noble la rebelión por sí misma, sino por lo que exige. Exige Piqué ser titular y Racionero que los árbitros piten a su gusto. Muy noble no parece esta rebelión de estos listos.
En La Vida por Delante