Memónides de Moronea le preguntó a un campesino que se dirigía a un templo con la intención de sacrificar un gallo a un dios como agradecimiento por un bien recibido:
- ¿Cómo sabes que lo que vas a hacer es lo que debes hacer?
- Entre los campesinos de esta región es lo usual, siempre se ha hecho así -le respondió el campesino, un poco desconcertado.
- Pero eso no significa que lo que haces sea lo que tienes que hacer.
- Permíteme, filósofo, que sea yo quien te pregunte. ¿Con qué derecho me preguntas sobre mi conocimiento acerca de lo bueno y lo malo?
- Entre los filósofos -contestó Memónides- es lo usual, siempre lo hacemos así.
En El Café de Ocata
- ¿Cómo sabes que lo que vas a hacer es lo que debes hacer?
- Entre los campesinos de esta región es lo usual, siempre se ha hecho así -le respondió el campesino, un poco desconcertado.
- Pero eso no significa que lo que haces sea lo que tienes que hacer.
- Permíteme, filósofo, que sea yo quien te pregunte. ¿Con qué derecho me preguntas sobre mi conocimiento acerca de lo bueno y lo malo?
- Entre los filósofos -contestó Memónides- es lo usual, siempre lo hacemos así.
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