Ignacio Ruiz Quintano
Abc
En su “Espantado de todo me refugio en Trump” el cubano errante Orlando Luis Pardo Lazo recoge la aportación de Maxime Waters, la Pilar Bardem californiana, a la democracia americana:
–Asegúrate de salirles al paso dondequiera que tengas que salirles al paso. Si ves a alguien de esta Administración en un restaurante, en una tienda, en una gasolinera, vas y le armas un buen tumulto. Y los repudias. Diles que ya no son bienvenidos. Nunca más, en ninguna parte.
Los liberales de allá, que son como los rojos de acá, no hicieron prisioneros, y a los funcionarios (¡y a las funcionarias!) de Trump, como Sarah Sanders, les negaban incluso el servicio en los restaurantes. Estaban en guerra contra el fascismo, como los rojos de acá, que son como los liberales de allá, cuando apelan al Cielo porque un viajero del Ave pregunta por Puigdemont a un tal Puente, diputado de lista de partido, es decir, un John Bull pucelano que, herido en su “usted no sabe con quién está hablando”, y en nombre de la democracia-que-entre-todos-nos-hemos-dado, manda a parar el tren.
Para vencer a Trump, la congresista Maxime Waters pedía escraches y el gagman Bill Maher pedía una recesión económica que llegaría en forma de pandemia para disparar el voto por correo (sistema que elimina dos requisitos básicos de ese derecho político, la libertad y la identidad) en la traca final de exaltación de Biden a la jefatura del Caos que reina hoy en el mundo.
Del caos occidental (que ya en 1820 viera venir Metternich) escribió deliciosamente Fueyo en su ensayo de los Budas, con la exégesis de la geopolítica partisana de Mao a cargo de Schmitt, que en el 49 anota:
–No somos caopolitas, sino cao-hoplitas. Al caos no pertenece la polis, sino el partisano, el filibustero, el bucanero y el corsario. Desarrollo de los siglos XVII al XIX: del filibustero al partisano.
La Casa Blanca tiene de asesor a Maher Bitar, que no vio venir lo que Trump anticipó en un mitin de agosto: que el cheque-paguita de seis mil millones de dólares de Biden-(Obama) a Irán se convertiría por arte de birlibirloque en cohetes sobre Israel. Hamás presume de sofisticados drones que los ingleses regalaron a Ucrania y que la famosa mano invisible del mercado habría depositado en los apriscos de Gaza. Es una evidencia que lo peor del terrorismo internacional dispone del armamento de lujo abandonado por los americanos en su huida de Afganistán, sobre lo cual también circula un divertido cuento de Trump:
–Milley (jefe del Ejército) dijo que sería más barato dejar todo nuestro equipo en Afganistán, en lugar de regresarlo por avión. ¡Fue entonces cuando supe que era un j… idiota!
Un día que la prensa pronosticó que Azaña llevaría a España al caos, aquel escritor sin lectores respondió, sarcástico, que le gustaría ver el caos, para saber qué era. Cuando lo vio, garabateó: “Paz, piedad y perdón”.
[Viernes, 13 de Octubre]