jueves, 15 de diciembre de 2022

Mundial. Final Francia-Argentina


Los tres tenores a sueldo de Catar

 

Francisco Javier Gómez Izquierdo


         No le queda a uno más remedio que ser objetivo con las semifinales del Mundial y confesar que Argentina fue mucho más intensa que Croacia, jugó concentradísima en una continua ebullición de sus elementos que sin llegar en esta ocasión a la belicosa agresividad contra Holanda, supo culminar conforme al plan imaginado por Scalonni, un entrenador del que servidor sospecha que disimula sus trucos de motivación con una estrategia en la que no se aprecian novedades de consideración. Tengo para mí que Scalonni cabrea a modo a Messi antes de los partidos, contándole vaya usted a saber qué cosas, para esto los argentinos se las pintan sólos, por lo que Leo sale como endemoniado, hostil con todo Cristo y ¡cómo no! intimidatorio con los "referís" amparado por esa bandera blanca que es el brazalete de capitán y ¡claro está!, el aura que ni pierde ni le quitan. Recuerdo un día que Marcelo le cascó una colleja que no vio el árbitro y ¡en qué hora! El resto de la albiceleste ya llega cabreado desde el hotel con alarde de tatuajes inquietantes y esos rostros torvos, desafiantes, antipáticos...


       El que hace de locutor en el movistar, Álvaro Benito, a los dos minutos de partido comenzó a glosar las virtudes de Gvardiol hasta una innecesaia exageración. Beckenbanuer a su lado resultaba un piernas del cretácico. Me malicié lo que estaba por venir para dejar en feo tan sesudos análisis: una infausta desaplicación defensiva, ese concepto inventado por la argentinidad que puebla el fútbol. Sosa, el lateral izquierdo croata, a mi modesto parecer no alcanzaba nivel mundial y no resultó extraño su torpeza en el segundo gol pero sí sorprendió el traje de Messi a Gvardiol, el defensa favorito de la prensa (la verdad es que es muy bueno) en una jugada que nos pondrán durante años para recordación de Messi y que no olvidará fácilmente el locutor.


       Si Messi en Argentina es un chorro de talento, en Francia a Deschamps le pasa como a San Juan de la Cruz "...que bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque sea de noche". Deschamps confía en el arrebato genial de Mbbappé pero sabe de sus férreas vigilancias y por ello alecciona a Griezzman, su predilecta fuente, como una especie de comodín multiservicios que mantenga a todo el equipo en tensión. Anoche Marruecos jugó como requerían las vicisitudes del encuentro.  Quiso defender como solía pero a los cinco minutos tuvo que cambiar de plan, que lo tenía y muy bien ensayado, y a todos nos sorprendió, alegró y nos hizo un poco cómplices suyos, pero Francia gana porque tiene muy buenos jugadores y cuando parecen regulares se sacan de la manga cualquiera de los recursos técnicos que manejan con exquisita exclusividad.


     Claro que luego pasan cosas, que entran en el apartado de la suerte propia o los imponderables ajenos. A favor de Argentina se pitó un penalti interpretable y no se contó otro para Marruecos de Theo Hernández que el señor César Ramos, mexicano, convirtió en falta del atacante Boufal, buen driblador por cierto. Suerte decimos y no nos queremos meter en honduras pero no está de más señalar que el estamento arbitral siempre ha tenido miedo al poderoso y según dice don Iturralde, los aficionados somos ignorantes porque hay circulares de FIFA que dicen "se pita penalty si.." y "no es penalty si.." y nos suelta una interpretación de la Biblia sólo entendible entre sectarios.

     Curiosa final en un Mundial acusado de todo por culpa de la "asquerosidá" de los dineros y que se presenta como los amos de los dineros desean. El PSG, el equipo al que el estado de Catar parece gestionar con el mismo fanatismo que a sus caballerizas, tiene contratados a los dos mejores peloteros del mercado. Los ha sacado de "su" Parque de los Príncipes y los ha llevado a la palestra de "su" Mundial para que se enfrenten entre sí con intención de asombrar al mundo. Son suyos, de su PSG, de su Catar.


      A los aficionados nos consuela que es Francia contra Argentina. Perspectivas de gran partido sin duda.