Hughes
Abc
Si Putin invade Ucrania para “desnazificarla”, desactivando el gran macguffin político actual: todo contra los nazis, no a los nazis, no seas nazi, todo es nazi, ahora aparecen los talibanes y descubren la moderación. Han pedido diálogo y mesura.
Están troleando al Mundo Libre, que tenía un líder y ahora no tiene nada. Los que desestabilizaron (sí, vosotros, los de los think tanks) el gobierno del líder del mundo libre, ahora tienen guerra e impotencia. A Ucrania le prometieron Europa, le prometieron OTAN, les prometieron (los muy pillos) incluso Erasmus, que son, según Borrell, la garantía que evitará las guerras, pero nada de eso llegó, y los Maidanes despertaron al oso ruso. Ucrania ahora está sola, solísima, y debe contentarse con los juegos lumínicos (como si subiera el Cádiz), una llamadita de Von der Leyen y la solidaridad y la ira de nuestro sistema político-tertuliano, que a estas horas (cuando acaben sus programas) cogerán el petate y se irán a la nieve a luchar contra Putin según la más estricta ley de la ejemplaridad.
Dieron de sí las palabras, las pasaron de rosca. Los geniecillos neuronales de la ilustración decían que Trump era nazi, y ahora Putin es nazi también, pero cómo puede ser lo mismo un señor que hace trampas al golf y defiende la constitución de los FF, y uno que era de la KGB al que no se le encoge cuando se baña en el hielo de Siberia.
Si todo es nazi, nada es nazi, así que con esa palabra Putin se va a Ucrania, y los talibanes hacen lo mismo con la moderación y el diálogo, ¡se ponen suaviter! ¡Como nuestros más queridos y cercanos ‘suaviters’! El ser humano no es tan diferente.
Vemos que no es tan difícil, que incluso ellos pueden hacerlo. Ahora se ríen, nos trolean, pero han descubierto la moderación y tarde o temprano un talibán saldrá con ella, se hará centrista, pedirá que ni latigazo ni decapitación, que un término medio, y así empezará su fin. Ellos no lo saben aún, pero les sucederá.
Las razones de lo socioliberal, la moderación dialogada y lo ‘antifa’, ya no sirven de nada, ya no dicen nada, las han reventado unos y otros.
El Mundo Libre es una caricatura impotente y muy aprovechada que sedujo a Ucrania y ahora la deja sola; y que expulsó a su líder, al que proponía democracia, firmeza y antibelicismo y un revisión del papel y lugar de cada uno en la OTAN (¡otanejos!). De todo se mofaron los socioprogreliberales, los liberalios, los neocones, los bruselenses, toda esa gran alianza antitrump que repudiaba su ‘extremismo’ y su ‘fascismo’. Pues, ea, ahora a compartir ‘moderación’ y ‘antinazismo’ con Putin y los talibanes.