Francisco Javier Gómez Izquierdo
La Copa del Rey suele cambiar "de formato" cada poco, pero ni se quiere ni se debe quitar la oportunidad a los pueblos de ver en sus campos equipos campanudos. Semejante buen propósito incomoda a los clubes de Primera y Segunda en la primera ronda, a los de Champions y Uefa en dieciseisavos y octavos y en realidad a todos los de la élite obligados a cuidar el asunto hasta cuartos, porque a sus equipos no los ven en casa hasta entonces. Los pueblos de los equipos modestos se visten de gala para recibir y por lo general suelen amargar la tarde a los ilustres visitantes que ni aún ganando la eliminatoria salen satisfechos. Uno cree que el espectador que mejor disfruta de la Copa es el que ve al Real Madrid o al Barça por primera vez en su pueblo y el que tiene a los suyos en Segunda y ensayan ante un Primera de lo que serán capaces si suben. En el primer caso estarían en la presente edición el Talavera y el Guadalajara y en el segundo pongamos al Rácing de Santander, Deportivo y ¿por qué no al Burgos y Albacete?
La Copa es atractiva a un partido. Se enardece el sentimiento local que se cree David ante Goliath, y los enajenados que tanto abundan distinguen el bien del mal y al pobre bueno del rico malo, sin que acierten a explicar qué cosa es un fuera de juego, un saque de esquina o un penalty. Bueno.., ahora cualquier cosa es penalty a ojos de los que dan lecciones de fútbol moderno. Para servidor, lo mejor de la Copa hasta dieciseisavos es que no hay VAR. El árbitro hace de árbitro y no de bedel y hasta el locutor Uzquiano, que ve penalti sólo con que el defensor sople, disculpa la falta de rigurosidad por "no estar claro" si el balón roza el hombro o el brazo, "...incluso en la repetición" ¡¡Qué tío éste Uzquiano!!
El Córdoba no es muy copero; unos años hubo que vinieron el Barcelona de Messi, el Betis.. y de últimas, en 1ª REFF, el Sevilla de Lopetegui, en noche disfrutona de Simo que se llegó a la prórroga. La temporada pasada, ya en 2ª, se cayó de primeras ¡¡¡en Olot!!!; y ésta en Cieza, el pueblo de Camacho, sin que los cordobesistas nos enteráramos de la competición. Al Burgos lo eliminó el año pasado el Marbella, pero en esta 25/26 ya ha pasado tres rondas, la más dificultosa la primera ante el Tordesillas. Eliminó al Zaragoza en terreno aragonés y ayer contra un Primera, el Getafe, le hizo un tres a uno en El Plantío. Ramis puso a los reservas. El portero y toda la defensa.. Bueno, titular, titular, sólo Atienza. Y David González. El planteamiento desmoraliza y más cuando Sancris, que alcanzó reputación en Burgos hasta este mismo junio, se sacó un golazo de padre y muy señor mío. De penalty tonto, claro, de los que no admite duda, en el 45+2, David empató y ya en el segundo tiempo el Getafe como que se empanó, sobre todo Domingos Duarte, e Íñigo Córdoba, que hace diez años vino melenudo con el Bilbao Athleric a El Arcángel en compañía de Remiro, Vesga, Yeray, Villalibre... y que llevaba dos meses sin chispa, salió a incomodar por la izquierda y consiguió rematar dos jugadas con alardes de artista. 3-1. Luego Borja Mayoral fallaría estrepitosamente un penalty en la portería de fondo norte para que la eliminatoria fuera cayendo sin mayor sobresalto al cesto burgalés. Bordalás diría después que "es un golpe duro", pero para mí que en verdad no le dolió demasiado.
Burgos, Santander, que eliminó al Villarreal con el poderío que le dan sus goles (dos de Arana, un reserva algo extravagante), Albacete, Coruña... y Cultural Leonesa quedan a la espera de Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Athletic. Si les cae Mallorca, Elche, Alavés, Osasuna, Valencia, Real Sociedad, Sevilla... tampoco harán ascos porque ante estos últimos no les van a faltar ánimos ni moral y son capaces de plantarse en cuartos.

