miércoles, 10 de diciembre de 2025

Buda



Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Lunes, 13. Sobre la mesa, el recibo de la hipoteca y una entrada para “El camino de Shami a Shaolin”, con toda la mística del budismo y el vértigo de las artes marciales, que eso, al menos, promete la propaganda. En medio del camino, el niño Shi Xiabo, que ha declarado a la prensa: “Yo no quiero ser monje”, y el anciano Shi Dewei, que también ha hecho declaraciones a la prensa: “Lo que más me sorprende de la cultura occidental –dice– es que se comen muchas cosas crudas.” ¡Budismo en Madrid! ¡Y Gallardón, desvaneciéndose como una marquesa de Valle-Inclán! Yo creo que, en Madrid, de budismo sólo sabe Zapatero, que todo cuanto sabe de budismo debió de aprenderlo en el libro “Qué es el budismo”, de Borges y Alicia Jurado. La actitud de Buda, la actitud de dejar su palacio y vivir una vida ascética corresponde a la tradición oriental según la cual el renunciamiento es la máxima coronación de la vida. Zapatero es el mayor lector de Borges que tenemos en Madrid, y da cenas en La Moncloa sólo para mostrar a los invitados sus progresos en la procelosa selva borgiana. En una de esas sobremesas Elena Benarroch conseguirá arrancarle la piel a Zapatero o a “Ficciones”, ya que no se sabe cuál de los dos puede llegar a hacerse más pesado. ¿Era Borges budista? A Borges lo fascinaba que en el Indostán fuera común el caso de hombres que, ya en los umbrales de la vejez, abandonan su casa, su familia y su fortuna para salir a los caminos a practicar la vida errante del asceta. Es lo que los socialistas le piden a Aznar, sólo que Aznar no es budista. Budista, sin saberlo, es Zapatero, en quien se manifiesta uno de los dogmas principales del budismo: la negación de la personalidad. Buda, dice Borges, es una suerte de arquetipo que se irá manifestando en el mundo a través de diversas personalidades y cuyas idiosincrasias carecen de mayor importancia. La pasión de Cristo, en cambio, ocurre una vez. Y esa pasión es el centro de la historia de la humanidad. Lunes, 13. La hipoteca y una posibilidad de matar el rato con Shi Xiabo y Shi Dewei.