Francisco Javier Gómez Izquierdo
Para acabar el año, el Córdoba ha subido a Mendizorroza, que es donde juega el Mirandés por los arreglos de Anduva. Van pocos mirandeses a animar hasta Vitoria y éso que queda a unos treinta kilómetros. 3,80 € en el tren. Por el tele se notaba el frío, pero semejante fruslería no achanta a un burgalés, por lo que no llegar a dos mil espectadores es más que sintomático de pérdida de entusiasmo. Creo que este año no pare la burra boche y el sufrido Mirandés las va a pasar más que canutas. El Córdoba se presentó en el minuto 1, gol de Jacobo (1-0), y se despidió en el 91, gol de Guardiola (2-1). Entre medias no hubo nada. Bueno, sí, un gol para el Mirandés de Carlos Fernández, delantero centro sevillano con cierto nombre y trayectoria al que las lesiones han quebrado el poderío. En la Real Sociedad desde 2020, llega a Miranda cedido. El partido, triste, desangelado, glacial como el ambiente. Es bonito ver un gol al contraataque, cuando la maniobra es rápida, precisa y acaba como se pretende. El contraataque no gusta mucho a Iván Ania pero hoy Fuentes, a los 30 segundos se ha marcado una carrera vistosa por la izquierda y le ha puesto a Jacobo un cheque al portador. Ahí se acabó el Córdoba y casi el partido. Mucho enredar y poca determinación. Dalison, mediapunta del que tanto esperaba, se ha liado en defensa y ha regalado el gol del Mirandés a Carlos Fenández, que lo ha colado echándole oficio y cuerpeo en el punto de penalti. Parecía que así iba a acabar la cosa, pero la Segunda es imprevisible y Guardiola en el 91 tras una serie de buenos toques basculando ante el área, ha acertado a empujar el 1-2, con reacción gestual -"ponte gafas" decía poniéndoselas él con los dedos- que me ha parecido de reproche hacia el banquillo, pero bueno, habrá que perdonarle el orgullo. Parón de Navidad y en medio de la tabla. A cinco del play off y a cinco del descenso. Lo que corresponde a lo mostrado.
De Mendizorroza a El Plantío, donde el Burgos recibía al Zaragoza. Atienza no jugaba por sanción y ¡claro está ! me asaltaron temores cuando vi que Ramis encomendaba en día de nieve a Marcelo Expósito, un chico de Córdoba, que juega en el Promesas, la función del Cinco. Lejana la jornada de Copa, y eso que fue el jueves, el Burgos se cerró como suele, fue impreciso como suele, aburrió como suele y como suele, de un chispazo saltó un gol bonito e imprevisible al que puso firma David González con un disparo a la escuadra bajera a la derecha de Andrada, portero argentino que viene del grupo Pachuca. Como es difícil hacerle un gol al Burgos, andábamos en el minuto 90 y ya se veían los tres puntos en la talega pero hete aquí que Bakis, un recurso de Turquía poco utilizado por los entrenadores de este declinante Zaragoza que Rubén Sellés sacó en el 86, armó un cañón desde 30 metros y en el 91, como Guardiola en Miranda, lanzó un proyectil imparable que de seguro se ha convertido en el gol de la jornada. Cuando Bakis saltaba al campo me acordaba cómo nevó en un partido de Copa de principios de los 80 ante precisamente un Zaragoza pinturero en el que se hartó de parar Eugenio Vitaller bajo un manto de copos de nieve que entorpecía la visión del partido. No como el manto de hoy, que a servidor le traía añoranzas cursis. Al marcar Bakis el empate me ha venido el recuerdo de Diego Rico, burgalés de Gamonal, que jugando con el Zaragoza mandó un sensacional misil desde parecido lugar a la escuadra de Saizar, portero en 2013 del Córdoba y que luego acabaría en el Burgos. Total 1-1. Zaragoza y Mirandés son últimos y tienen muy mala cara. Burgos 8º y Córdoba 11º quedan a la espera de vitaminas invernales.
El Rácing también ha marcado en la jornada 19, pero sólo ha empatado en Huesca donde Pulido sigue rematando todos los córners que saca su equipo. Deportivo y Almería han perdido, lo que aprovecha Las Palmas -sigo pensando que es el equipo más ordenado- para plantarse segundo a tres del Rácing.


