lunes, 5 de mayo de 2014

Gloria al Atleti

 Atlético de Madrid. 1973/74
  Hace 40 años, en la Gloria
Reina, Ovejero, Benegas, Heredia, Adelardo, Becerra,
 Capón, Luis, Ayala, Irureta y Gárate

Francisco Javier Gómez Izquierdo

 Avanzaba el Atleti en la liga a marchas forzadas, como las legiones de César en la Guerra de las Galias, y los que creemos entender algo de fútbol, esperábamos más pronto que tarde  los terrenos pantanosos, pero el ejército de Simeone no desfallecía y parecía crecerse en las dificultades. Quedan dos batallas y contra los pronósticos de un servidor, hemos de admitir que el Atlético es enemigo temible, a punto de romper una baraja hasta ayer propiedad de dos tahúres.

    Merece la Liga el Atleti por lo que ha trabajado. Por su entrenador Simeone, un fanático del esfuerzo colectivo. Por su devota afición, feliz hasta en las derrotas. Por sus jugadores, que no haciendo caso a la moda de los tiempos en España, han creído en lo beneficioso que puede llegar a ser el trabajo. No ha de pasar a la historia el fútbol triunfador del Atleti, pero nadie olvidará el afán de unos hombres que no nacieron para ser estrellas. Cierto es que el centrocampista Coke ha sorprendido a propios y extraños, pero Juanfran y Raúl García venían de ser meritorios en Osasuna; Filipe Luis era un lateral echado del Madrid; Godín cumplió en Villarreal; a Diego Costa lo he visto en El Arcángel con Celta, Albacete y Rayo, equipos de 2ª; a Villa lo jubiló el Barça; Gabi no era la figura del Zaragoza; Thiago estaba, en teoría, de vuelta...  Con tal panorama, los entrenadores de Madrid y Barça se hubieran descartado en el segundo partido, para un mínimo objetivo. Tal que clasificarse para la Champions.
    
Llevo viendo la debilidad del Barça hace meses, por lo que tenía el convencimiento de que el Real Madrid ganaría la Liga sin mayores dificultades, pero ha salido respondón el Atleti, y perder en los terrenos que no puede perder un campeón de liga: Almería, Español, Levante..., parece que no le va a pasar factura. El Real Madrid, que acaba eufórico la temporada, ha tenido cosas que necesita mejorar, y salvando la exhibición ante el Bayern, cabe exigirle más contundencia cuando los vientos son propicios.
 ¿O nos conformamos con ganar la Copa del Rey y el año que viene, Dios dirá?