Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Vista marcha atrás, “Viernes 13” es la historia de un jugador de hockey mágico que cura a unos adolescentes para que puedan marchar a casa desde el campamento.
Y vista marcha atrás, la Santa Transición (ST) sería la historia de un Kennedy abulense al que, dimitido y sin partido, el Rey da un golpe de Estado para llevar a la izquierda al Poder valiéndose de Tejero, demócrata extravagante que se presta a tomar el Congreso por una paella.
¿Y qué va a decir uno, si estaba en el Rock-Ola con Alaska y los Pegamoides?
Son cosas de Pilar Urbano, Linda Hunt (“El año que vivimos peligrosamente”) de nuestro periodismo, que lo mismo amanece con Garzón que anochece con “Jefe Atta”, su libro prohibido en los Estados Unidos, “el país al que estaba destinado”, porque Bush no quiso que allí se supiese la verdad del 11-S.
–¿Y las operaciones bursátiles del día antes, con venta de determinadas acciones a beneficiarios especiales?
Detalles.
Pilar Urbano y Pedro Rodríguez fueron las grandes firmas del detalle en la ST, como ése de “Larky”, el mistolobo real ñascando la entrepierna del Kennedy de Cebreros.
Al hilo del kennedysmo, Tom Wolfe, detallista americano, nos recuerda que el único país que permitió representaciones públicas de “MacBird”, la obra de Barbara Garson en que Lyndon Johnson asesina a John F. Kennedy para erigirse en Presidente, fue la América… de Lyndon Johnson.
Garson, Urbano… y, en la rumba republicana alrededor del jamón, Aguilar, director por un día de “El Heraldo”: “Los que sufrimos el cierre del ‘Madrid’ por motivos políticos entendemos lo que sufrieron los de ‘El Heraldo’ en 1939.”
La versión de García Trevijano del cierre del “Madrid” es más prosaica:
–Me llama Calvo Serer a su despacho porque el periódico está en quiebra. Le doy la solución: “Hay que provocar que el régimen cierre el periódico, para que el desprestigio vaya al régimen y para que dé derecho a una indemnización”.
Y nosotros, al “Rock-Ola”.