martes, 26 de noviembre de 2013

El indulto



Julipié de Luque a un jandillica en San Isidro
Como Gallardón, Luque prefiere indultar a matar

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El viernes se vio en Sevilla el juicio del torero Daniel Luque, a quien la Junta de Susana Díaz multó a propuesta del presidente de la plaza de Úbeda, que lo acusaba de haberle querido “echar el público encima” por “sobar al toro” para levantar el suflé de la compasión pública que precede a la petición del indulto.

    Ahí es nada: ¡torear para el indulto! Como si Luque fuera un Gallardón.
    
Es verdad que las plazas de toros siguen siendo, después de la Onu, las más cosmopolitas asambleas del planeta, y de ahí nuestra responsabilidad (tampoco tenemos otra) internacional.
    
Con ingenio gaditano, Pemán lo resumió a partir del “despotismo ilustrado”, que metió en perfil y reglamento, siempre en una línea autoritaria, el tema de los toros.
    
Primero, todo el poder residía en el público, agresivo y sonoro: la democracia inorgánica. Luego, en el presidente: dictadura, presidencialismo. Y finalmente, en el torero: éste se quita la montera y el presidente cambia el tercio. Es la tecnocracia.

    Luque, en efecto, es un tecnócrata del toreo que aspira, porque está de moda, a Gallardón del indulto, para lo cual sólo necesita una muleta grande (la vela del “Juan Sebastián Elcano” o una sentencia de Estrasburgo) y ponerse a sobar y sobar con ella al toro.
    
Contra el autoritarismo del representante de Susana Díaz en Úbeda, y en defensa de las ansias infinitas de paz (¡de indulto!) de Luque en la tarde de autos, estuvo en los juzgados sevillanos Joaquín Moeckel, que se llevó de testigo a El Cid, director de lidia en la malhadada corrida ubetense, a que explicara al tribunal “cómo se cuaja” y “cómo se cuadra” a un toro para producir una de las grandes fruiciones sentimentales españolas: la amnistía.

    –Lo mejor que puede decirse del toro –resume el Séneca– es que “tiene mucho poder”... pero que sólo lo usa reglamentariamente. ¡Qué gran lección de política!
    
La que estamos dando al mundo con la tómbola mariana de los indultos.