miércoles, 16 de marzo de 2022

Ole por el Atleti

 

        
PSV 88
       
Heintze, Koeman, Nielssen, Lerby, Kieft, Van Breukelen

Linskens, Van Aerle, Vannenburg, Gerets y Gillhauss


Francisco Javier Gómez Izquierdo


        Hace muchos años, tantos como 35, el Philips Sport Verenigin conquistó una copa de Europa de las de la ortodoxia, sin ganar un solo partido desde cuartos. Pasaba eliminatorias marcando un golito fuera de casa (valían doble en caso de empate, otra norma que han quitado ahora por la tremenda) y lo defendía en Eindhoven con la garantía de un tal Van Breukelen, el mejor portero que ha parido Holanda, un país en el que todos los porteros han tenido siempre muy mala pinta. De aquel equipo hablaban mal los periodistas. Lo trataban de rácano y resultadista a pesar de que allí jugaban Koeman, Vanenburg, Lerby, Gerets..., los entrenaba Guus Hiddink y era un club holandés. Por lo que sea, vaya usted a saber, el PSV caía mal a los periodistas y en la final toda España iba con el Benfica. Ya saben ustedes que el Benfica está maldito y no puede ganar una final europea hasta que no pase el 2062, año al que estas señales apocalípticas que padecemos no se sabe si llegaremos. Cero a cero, prórroga, penaltys, muchos penaltys y Van Breukelen de portero que da un título.
   

¿Que po rqué me acuerdo del PSV y de Van Breukelen? Primero porque ya soy mayor y veo que me alimento de añoranzas, y segundo porque todo el mundo dice -decimos- que el Atco. de Madrid juega feo, trabado, sus partidos son una mala digestión, sus mediocampistas son destructivos... y sus delanteros también porque el Cholo es lo que es. Un servidor lo ha discutido esta mañana con dos atléticos y un merengón. Creo que no es del todo así. El Cholo era buen futbolista. Daba mucha leña, era defensivo, un broncas de aquí te espero, pero sabía jugar. Puede que el Cholo someta ahora a sus jugadores a una tensión excesiva y es posible que desproporcionada, pero al Atlético le ha dado algo impagable: saber competir. El Atlético de Madrid anoche marcó un gol sensacional que no valió. Un gol propio de las sibaríticas exquisiteces guardiolescas made in Barça, porque creo que el Atleti es capaz de acometer empresas delicadas con futbolistas a los que se acusa de rudos y broncos, y para demostrarlo, de nuevo coló otro que sí valió a la altura del mejor fútbol inglés.
    

Cierto, el Atleti es impredecible. Pierde con cualquiera y me acuerdo de Segundas B pero tiene capacidad para doblegar al más pintado, léase Bayern o Real Madrid. Para ello, el equipo tiene que estar concentrado al 120 %. En la nueva moda de las defensas de tres -no me convence- que en realidad son cinco, los centrocampistas no pueden despistarse lo más mínimo y anoche no lo hicieron. Así Coke, De Paul y Herrera fue la línea colchonera más determinante a mi modesto parecer por la extraordinaria ayuda defensiva que supone su despliegue estajanovista. Griezman y Joao Félix también defendieron con la concentración que exige el Cholo pero en uno de esos partidos que hacen grande al Atlético todo el equipo a coro sacó de la chistera varios ramalazos de casta y una técnica que hay gente que le niega, para gritar un "aquí estamos" parecido al de aquel PSV que tanto desesperó a la Quinta del Buitre.


      A Oblak le tengo comparado con aquel Van Breukelen. " ¿Y Llorente es como Gerets?". No, pero por su lado es por donde llega el peligro. "¿Y de Lodi qué me dice?". Pues mire usted, Lodi es como el Atleti, juega a veces bien, a veces mal, a veces regular pero en los días grandes se transforma y hace feliz a toda la parroquia.