lunes, 14 de marzo de 2022

Ancelotti ya tiene un plan



 Ignacio Ruiz Quintano

Abc


    Ancelotti enseñó su plan para eliminar al PSG ante la Real Sociedad de Imanol Alguacil, que pasaba por ser el mejor entrenador de la Liga hasta la llegada de Xavi: Relato gana Dato. El Relato es Xavi, y el Dato, Ancelotti.


    El sábado, en el Bernabéu, Ancelotti desplegó sobre el césped su “roadmap”, una “mise-en-scène” (éste es el lenguaje que debe manejar un entrenador que quiera pasar por moderno) que tranquilizó al pipero de cara a la Champions. El plan consistió en subir un poco la defensa para no tener que correr tanto y proceder desde ahí al desarrollo táctico de Javier Clemente, el Clausewitz de Baracaldo: “Todos los jugadores deben salir al ataque, y en seguida también todos deben irse hacia atrás a toda leche”. Ni qué decir tiene que el “a toda leche”, fundamento del principio clementino, pide a Camavinga antes que a Kroos, como se vio ante el “conjunto txuri-urdin”, como dicen los cronistas que dicen “conjunto nazarí”, esas fantasías de la única política exterior que tiene España, que es la que lleva a cabo con sus autonomías.


    –Ya está ahí el del banderín –refunfuñaba Guerra cuando Pujol visitaba con su haiga La Moncloa.
    

Como Ancelotti no dispone de Pedri, se presentará en el campo de batalla confiando en Dios y las manos de Courtois, la cabeza de Militao, la bicicleta de Vinicius y la astucia de Benzemá, más la energía africana de Camavinga, que no es Pedri, pero tiene madera de ídolo.
    

¿Quién es Pedri? Pedri es la órdiga del nuevo Relato culé. Alguien mejor que Laudrup y Zidane juntos, y no lo dice Laporta, quien, por cierto, recuerda físicamente al Jack La Motta retirado y fondón que hacía de gagman en un club en “Toro salvaje”. Lo dice “la profesión”. Contra el Haaland-Mbappé que pregona el entorno del Madrid, se levantan como estrellonas hollywoodenses Pedri… y Gavi. Ya lo dice Pepe Mel: al Bernabéu irá la gente a ver ganar (con Haaland y Mbappé), pero al Campo Nuevo irá la gente a ver jugar (con Pedri y Gavi).
    

–𝖯̶𝗂̶𝖼̶𝖺̶𝗌̶𝗌̶𝗈̶ Pedri’s latest work of art... –tuiteó el otro día LaLiga English.
    

Esto es muy culé, y de lo culé en general Julio Camba nos dejó la anécdota del catalán que él conoció en la basílica de San Pedro: estaban bajo la cúpula, admirando su forma y sus dimensiones, cuando el catalán dijo:
 

Mire, mire. ¡Qué casualidad! Yo no sabía que aquí hablaban del Tibidabo
 

¿Del Tibidabo? –exclamó Camba–. Será algún cura español, de esos que andan por Roma.
 

No. No es ningún capellán. Está allí escrito, ¿sabe? Mire, mire…Y entonces, en el friso de la cúpula, vio Camba la dedicatoria latina del templo: “Tu est Petrus et super hanc petram aedificabo ecclesiam meam, et TIBI DABO claves regni caelorum…”
    

Petrus… Pedri… ¡qué más da! Tampoco olvidemos que Pedri posee, según Mel, el don papal de la “infalibilidad”, lo cual constituye un dogma teológico, como corresponde al mundo tridentino del tiquitaca, en el que Xavi ejerce de papa Clemente de su iglesia palmariana (de palmar): Bayern, Benfica, Real Madrid…, pero con un futuro (La Otra Vida) glorioso (en la Gloria).


    Mel le contó a Enrique Ortego una anécdota del rechazo que en el pragmatismo inglés produce la teología tiquitaquesca. El protagonista es Fraser Forster, portero internacional inglés: “Ejercitando la salida de balón con los centrales desde atrás, me dice que por qué hacíamos eso, que estábamos perdiendo el tiempo. Le pregunté: ‘¿cómo lo harías tu?’ Y cogió el balón desde el primer toque de portería y lo lanzó de una patada al área contraria. Y me dijo todo serio que, para llegar hasta allí, me ahorro todo lo que usted me dice”. La inteligencia es así de descortés. Foxá contaba una historia de la última emperatriz de la China, cantada por Rubén, que, ante un partido de tenis en su honor entre el embajador inglés y su esposa contra un secretario estadounidense y la suya, al ver el sudor y la fatiga comentó:
    

¿Por qué no ordenan a sus criados que jueguen a esto?
    

Una cosa advertimos: no hay Dato madridista que pueda con el Relato culé. Pedri es mejor que Zidane, la Europa League es mejor que la Champions y Dembelé, que a Laporta le parece “mejor que Mbappé”, nunca fue “una cereza podrida en el vestuario”, ni “una personalidad conflictiva y egoísta”, ni “un mercenario que sólo juega por dinero”, ni “el fichaje más ruinoso de la historia”, ni “un mal bicho”.
    

Lo normal es que esta semana el Real Madrid elimine al PSG (a pesar de Ceferino y Aladino) y que luego remate la Liga (a pesar del Var), y lo habrá hecho sin Pedri, dato que, de dar cuerda al Relato, dispararía sus méritos.

 


 Robert de Niro de Jack LaMotta en Toro salvaje

 

SEEDORF CAMBIA DE RELIGION


    Clarence Seedorf ha anunciado en Instagram su conversión al Islam guiado por su pareja, “mi adorable Sophia”. En tiempos de tribulación como los que corren no es poca riqueza asentarse en una religión. El hombre se hace religioso en esta hora para escapar del mundo como “valle lacrimarum” frente al cual no cabe ya sino una actitud apocalíptica. La santidad, en efecto, es una aristocracia, y Seedorf tuvo siempre algo de gran señor en esa intemperie del fútbol que es el centrocampismo. “Bienvenido y que sigas siendo bendecido e inspirando al mundo –le ha respondido Sophia–. Te amo”.

[Lunes, 7 de Marzo]