sábado, 8 de septiembre de 2018

Manicomios

Manicomio celiniano


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

El siguiente libro contra Trump lo firma un reportero de Bezos, Woodward, la Urbano (laica) de Washington, con el que van a abrasarnos.

El de Woodward es un libro de anónimos que, con el periódico de anónimos que es el NYT de Slim, constituye la brigada cultural de la campaña electoral de los Demócratas, que el otro día amedrentaron gamberramente en el Senado a las niñas del juez Kavanaugh en la audiencia de confirmación para la Corte Suprema, que ahí está la madre del cordero del trumpismo: de haber correspondido la nominación de jueces a los Clinton, que era lo previsto, la socialdemocracia se habría hecho con la única Constitución, la de los padres fundadores, que todavía no es ideológica.
¿Qué ha hecho Trump para merecer un libelo de Woodward? En resumen de James Woods, actor que, sin embargo, no se expresa en onomatopeyas: “Lo amen o lo odien, la subida de Trump a la presidencia fue un milagro único en el siglo. Él era literalmente el Hombre Sin Partido, pero venció a 16 competidores principales y a un oponente cuya victoria era su ‘destino manifiesto’. Fue una hazaña política sin igual en la historia”. Y por eso en el pantano no saben si hacerle un Nixon o un Kennedy. En lo que lo piensan, el país crece como loco, pero, según los chicos de Bezos y Slim (“los copos” de Bannon), sólo porque la Casa Blanca es un manicomio celiniano (de Céline, no de Cela). 

El presidente gritaría como un director de periódico y hablaría de matar a Assad, el amigo de su amigo Putin. ¿Y si estuviera montando un Gal? Todos a leer el libelo de Woodward, que va por su tercer Pulitzer, el que decía que sin ética no había periodismo, y él, con su “World”, en público gritaba “¡Recordad el ‘Maine’, al infierno con España!” y en privado confesaba que “nadie fuera de un manicomio” lo creería.

El de Woodward no parece el libro prestado que Lincoln leía a la luz del hogar y en lo cual consistió (esto hacía llorar a Pulitzer) toda su formación académica.