jueves, 17 de agosto de 2017

El dilema de Churchill


Hughes
Abc

1. Winston Churchill fue el líder de la resistencia contra el fascismo y contribuyó decisivamente a la derrota de la Alemania de Hitler. Usando términos actuales y reconocibles podríamos decir que Churchill fue un gran “antifa”, el más grande “antifa” del siglo XX.

2. En los diarios de Harold MacMillan, que en esa fecha era Ministro de Defensa del Reino Unido, hay anotada una entrada el día 20 de enero de 1955 que dice tal que así: “Más discusiones sobre la inmigración de la India Occidental. Un proyecto de ley está siendo redactado, pero no es un problema fácil. El Primer Ministro cree que Kepp England White es un buen eslogan” (traducción personal y macarrónica, ustedes perdonen). Esto lo cuenta Peter Hennessy en la página 290 de su “Having it So Good”, libro sobre los años 50 británicos. La tengo ante mí.
El P.M. era Churchill, y el Keep England White significa “mantener Inglaterra Blanca”. Es una discusión de gabinete, dirán. Bueno, es conocido que Churchill pretendía una legislación restrictiva sobre inmigración.

A la luz de la discusión reciente, ¿qué hacemos con Churchill? ¿Qué harían los modernos “Antifa” con el gran Antifa que fue Churchill? ¿Le dejarían salir en los billetes, tener estatua en Wetsminster?

A la dificultad de lidiar con estas dos premisas según la lógica actual (por la que hay que pasar obligatoriamente) yo la llamaría el Dilema de Churchill.