Ocho detenidos y 29 imputados por robo de galgos de competición en Sevilla, Badajoz, Toledo y Madrid. El cabecilla de la red era un vecino de la barriada sevillana de Palmete, que tenía una banda organizada dedicada al robo de galgos en Sevilla y Extremadura con el fin de usarlos como sementales, cobrando por cada monta entre 600 y 1.000 euros.