miércoles, 27 de septiembre de 2023

La chapela

Francisco Umbral

El Mundo, 19 de Enero de 2000

 

Josu Ternera ha salido de la cárcel con una leyenda a la espalda y una chapela modélica, armoniosa, bien cortada, circular, bella, que le va a su rostro afilado. Josu Ternera va a matar mucha gente -pero ahora de amor- con su nueva chapela a lo Erasmo de Rotterdam, pero sin el humanismo, ay. Esta no es una columna política porque él no es un político ni yo tampoco. Lo mío es la tinta y lo suyo la sangre, dicen. Por el País Vasco se ven muchas chapelas, pero casi siempre feas, con el vuelo mal distribuido, viejas o «históricas».

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Y es que la boina es signo de condición humilde. Los señoritos no usan boina y los rojos no usaban sombrero. En cambio la chapela es democrática, la usa lo mismo un militante de base, un labriego, un rico o un líder como Josu Ternera. Estas son las pequeñas diferencias regionales por las que no vale la pena hacer una guerra. La chapela tiene un sentido estético y la boina un sentido práctico. No sé si han visto ustedes a Josu Ternera en la prensa o en la tele, recién salido de la cárcel. Digo yo que a lo mejor sale por la cosa de las elecciones. No sé. Pero la chapela que lleva es una chapela muy pensada, es la invención de la rueda, pero con un toque de gracia que le falta a la rueda, salvo que la pinte Picasso.

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 El romanticismo, desviación o consecuencia del barroquismo, produce la figura del dandy, y Josu Ternera es hoy un dandy etarra que no por eso nos hace olvidar sus habilidades, pero nos prueba que en la cárcel se ha depurado de chapela y a lo mejor de alma. Dios y Setién me oigan. Los separatismos son románticos, decimonónicos, y por eso les viene bien un dandy de aldea como capitán. Mayor Oreja viste muy bien su cargo de ministro de la cosa. Sólo deja adivinar las pistolas elegantemente. Pero su deuteragonista, Josu Ternera, ha aprendido a andar por la calle como un etarra elegante, cosa que nunca hubiéramos sospechado, y esa chapela debe pasar a la historia del separatismo con el rosario de Sabino Arana.

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El que sabe llevar la chistera, el borsalino, el sombrero (inmortal escena de los sombreros en Casablanca), el que sabe llevar la chapela no es uno como los demás. Si yo fuese ministro de Interior, que no hay síntomas, me cuidaría mucho de esa chapela emergente. Billy el Niño se ponía muy bien el Stetson. Josu Ternera se pone muy bien la chapela, que es de calidad. También el aura de Cristo se diferenciaba del aura de los apóstoles. Ahora comprendo que Josu Ternera, para bien o para mal, vive condicionado por su chapela.