viernes, 3 de abril de 2020

Recesión


Las uvasde la ira


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    En el periodismo,como en el mundo real, todas las pompas son fúnebres. El periodismo pomposo lo inventó Camba en la guerra turca, sólo que donde Ferreras le echa morro (“Este país necesita decencia”), Camba le echaba ingenio: si se retrasaba la nómina, él quitaba un cero a la cifra de muertos, el periódico bajaba en ventas y le giraba el dinero.

   A los muertos de la crisis hay que añadir hoy los parados, que son esos pobretes que van en el mismo sentido que el entierro.

    –Las cifras no son malas –se descojona (en lenguaje vicepresidencial) el jetáceo de la Seguridad Social por los 800.000 parados (¡justo los empleos prometidos por González en el 82!) de marzo.
  
“¿Y si esto fuera una película?”, se pregunta en América James Woods: “En esa película, un gobierno extranjero intenta desestabilizar la economía de otra nación en año electoral. Los guionistas investigan y ven que no es necesario usar bombas o armas en aerosol. Un buen asador viejo hará el trabajo muy bien...”
  
Fracasados todos los intentos de eliminar a Trump, los liberales americanos, con su Brunete mediática al frente, se pusieron a coquetear con una recesión económica para reconquistar la Casa Blanca.
  
La forma de deshacerse de Trump es una economía en quiebra. Así que, por favor, traigan una recesión –pedía en junio del 18 Bill Maher, el gagman de los millonarios que ya sobre los escolares católicos de Kentucky acusados de “burlarse” de un indio en el Lincoln Memorial chisteó: “No paso mucho tiempo con los niños de las escuelas católicas, pero no entiendo lo que los sacerdotes católicos ven en estos niños”.
  
El bicho chino llegó a América el 15 de enero, pero los demócratas estaban con el “impeachment” y llamaron racista a Trump por restringir vuelos. Ahora Bill Gates pide en el periódico de Bezos el cierre total de América.
  
La fornicación y el adulterio crearon el coronavirus –revela en “Le Point” el hermano de Tariq Ramadan, amigo de Cebrián.
  
Los progres han sido escuchados.