Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Desde Sigüenza, Guadalajara, me escribe de puño y letra don Manuel Olmeda León (“tengo 90 años y carezco de formación escolar”) porque me ve “de guardia” y admirador de Wenceslao Fernández-Flórez, de cuya muerte se cumple el medio siglo sin un recordatorio en ABC, y éste es su cortés reproche.
WF-F es, desde luego, uno de los cuatro evangelistas del periodismo español, pero la policía moral de nuestra socialdemocracia no le levanta el arresto (con Camba lo ha hecho en este siglo)… por conservador. “El conservador subversivo”, dice Fernando Díaz-Plaja, cosa que vale para David Hume, la inteligencia suprema, o incluso para Dennis Hopper, que escandaliza a la Inquisición votando por George W. Bush. “¡Pero, hombre, que usted era rojo!”. Y responde: “Yo entonces me pasaba el día drogado”.
–Aceptó la Dictadura de Primo de Rivera –dice de WF-F el maño Mainer, un orteguiano que pasa por alto lo que Ortega escribe en “El Sol” el 13 de febrero de 1920: “Un gobierno militar tendría la ventaja de acabar con estas farsas parlamentarias... Son los militares los que deben imponer silencio y orden en este galimatías político, dando con su sable en los consejos ministeriales y apoderándose del poder, si la Corona no cree llegado el momento de otorgárselo de buen grado.”
Con 25 años, WF-F recibe el cable de don Torcuato Luca de Tena: “¿Le conviene escribir en ABC las impresiones parlamentarias?” José Pan de Soraluce, amigo de WF-F, contesta por su cuenta y riesgo: “Dígame condiciones”. Al cabo, un artículo de WF-F motiva que se prohíba la venta de ABC en una región de España. “¿Sabe usted cuánto le cuesta hasta ahora al ABC su crónica de tal día?”, pregunta don Torcuato a WF-F en el azar de un encuentro en el ‘foyer’ de un teatro. “No”. “Ochenta mil pesetas.”
–Y se alejó sin una sombra de enfado.
WF-F esquiva de milagro el “paseo” del Frente Popular hasta que en julio del 37 logra huir de España con un pasaporte de… holandés.
¡El holandés errante!