1897-1981
José María Pemán fue gaditano, monárquico, católico, elegante y genial por la gracia de su cuna. “La pereza consiste sencillamente en empezar por el fin.” Un día se inventó al Séneca: “Lo llamaban el ‘Séneca’ por lo sabio que era. En Andalucía la palabra ‘sabiduría’ conserva su antiguo sentido clásico de moderación y prudencia... El ‘Séneca’ estaba aquella tarde sentado en una cuneta del camino. Miraba las nubes al través de sus gafas de alambre que desde hace mucho tiempo tienen un solo cristal. Le pregunté la causa de su visible preocupación. ‘Don José –me dijo–: siento una gran angustia, porque quiero dimitir de algo que no sé cómo se dimite. Yo soy un ‘hombre de pueblo’, ¿no es así? Pues de eso quiero dimitir, de eso quiero darme de baja.” Pemán –a Pemán, dijo Machado, hay que connumerarlo y citarlo al lado de Teresa, de Juan de la Cruz, de Fray Luis, de Lope, en sus poemas religiosos– pidió al morir que le leyeran su poema Ante el Cristo de la Buena Muerte.
IGNACIO RUIZ QUINTANO
IGNACIO RUIZ QUINTANO
(Del libro Serán ceniza, mas tendrá sentido / Ediciones Luca de Tena, 2006)