La huida a Egipto
(Colección Look de Té)
Jorge Bustos
El Gobierno de Egipto se plantea alquilar las pirámides a touroperadores privados para enjugar su faraónica deuda y relanzar la economía, tan estancada como las voluntades constituyentes que se reunían en Tahrir. Dio la noticia la cadena Al Arabiya, que de momento no confirma a Bisbal como autor intelectual de la propuesta. Sí ha contado la estimación de beneficios que rendiría este lucrativo servicio de alquiler, con monumentos tan pintureros como las tres Pirámides de Gizeh, la gran Esfinge y los templos de Abu Simbel y Luxor, aristocráticas parcelas desde las cuales 200.000 millones de dólares privados estarían contemplando a las exhaustas arcas públicas. Un brainstorming de esclavos cetrinos y sacerdotes de Ra podría estar ya trabajando en la redacción del anuncio por palabras para el bloque publicitario de Al Arabiya, justo después de la tertulia del corazón, que allí las hacen sin gays, como sospechó Joaquín Reyes: “Se arrenda mastaba cónica todavía en buen estado. Edificio de renta antigua, en concreto unos 4.500 años. Uso recreativo a estas alturas, sin descartar el funerario si se aporta la mano de obra. Razón: herederos de Keops, Kefrén y Micerinos”.
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