"El día 4 [de mayo de 1937] algunas barriadas barcelonesas se hallaban en manos de la F.A.I. Tal ocurrió en Sants, donde los 'bakunistas' se habían apresurado a proclamar el comunismo libertario y a la entrada de la cual, frente a la misma Plaza de España, ondeaba un gigantesco cartel con esta leyenda: 'República Independiente de Murcia. Aquí termina Cataluña. Prohibido hablar en catalán'."