LEER Y RELEER
Cuando el doctrinario Royer-Collard, lector de tomo y lomo, contesta algo airado: -Je ne lis plus, monsieur, je relis-, a Alfred de Vigny, candidato a un sillón de la Academia francesa, que pretende hacerle leer sus libros, pronuncia, más que una boutade, o una impertinencia, una cómoda autodefensa.
GALERÍA DE AMIGOS / RAMÓN CARANDE
Ignacio Ruiz Quintano
Cuando el doctrinario Royer-Collard, lector de tomo y lomo, contesta algo airado: -Je ne lis plus, monsieur, je relis-, a Alfred de Vigny, candidato a un sillón de la Academia francesa, que pretende hacerle leer sus libros, pronuncia, más que una boutade, o una impertinencia, una cómoda autodefensa.
GALERÍA DE AMIGOS / RAMÓN CARANDE
Ignacio Ruiz Quintano