martes, 16 de noviembre de 2010

El Papa, en campaña



Cristina Losada

Libertad Digital

En lo personal,
Zapatero no es ningún transgresor de los códigos de conducta tradicionales que vilipendia. Al contrario. Casó por la iglesia, no se ha divorciado, fue a un colegio de curas y envió a sus hijas a uno de monjas. Pero es un político en busca de votos. El ataque a los católicos y a sus convicciones morales tiene predicamento en una izquierda que ha renunciado a disponer de una alternativa global y se contenta, infantil, con los gestos de desprecio al Papa, la confrontación con los obispos y otros clásicos del anticlericalismo montaraz. Y el PSOE quiere elevar esa demagogia comecuras a la categoría de "laicismo". Qué falta de respeto.

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