domingo, 21 de noviembre de 2010

El abuelo de Zumosol


Jorge Bustos

Los fines de semana vienen a la campaña los "primos de Zumosol" –Zapatero y Rajoy–, una acuñación del mediano de Los Hermanos Dalton; o sea, de Artur Mas, el mentón más cuadrado de Cataluña. Mas dice eso porque él no tiene primos de Zumosol en Madrid, pero sabe que eso le beneficia porque le confiere una apariencia de mayor autonomía respecto de la capital del Estado, ese foco que irradia opresión por los cuatro costados, al decir de los nacionalistas.

Ayer nos visitó Rajoy en Hospitalet y el más intimidatorio de todos los primos de Zumosol: Alfredo Pérez Rubalcaba, que teloneó a Monti en Gerona. En términos de poder, Rubalcaba vendría a ser de hecho el abuelo dopado de Zumosol. Su presencia inquieta siempre, pero cuando viene de anunciar una ley de eutanasia, acojona todavía más. Las talluditas señoras tipo Bardem que conformaban el público del auditorio debieron de sentirse por momentos como la perra Laika ante el científico ruso que le susurró: “No tengas miedo, perrita, si va a ser una vuelta a la manzana”.

Al vicepresidente le presentaron como “el Alfredo”. Ya saben ustedes que, en catalán, los nombres propios se acompañan del artículo, pero a uno no le suena serio presentar como “el Alfredo” a quien fácticamente es el p... amo de España. El caso es que, en este duelo de calvas, la calva frailuna de Monti –que no es elocuente ni para hacer demagogia– quedó deslucida frente a la calva draculiana de “el Alfredo”, quien, con su retórica de tono confidente, como de director de tesis en zapatillas de felpa, manipula a gusto al respetable: “¿Creéis que el PP va a lograr que la gente les vote haciendo vídeos racistas? ¿Qué respeto tienen a los catalanes?”. Y sigue una ovación ayuna de la pregunta inmediatamente correlativa a la del zorruno orador: ¿qué respeto tienen a los catalanes quienes rebajan el sufragio universal a un desahogo de bragueta en un vídeo de lo más reciente?

De un mitin sólo es soportable la música que ponen antes. Para aguantar, el jefe de campaña del PSC nos ha repartido golosinas. No me vendo tan barato, pero están ricos “los chuches”, que diría Rajoy.

El hombre de la Eutanasia