lunes, 17 de marzo de 2025

123 años


Julio Iglesias


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Cumpleaños del Real Madrid, que va ya por los 123. Un bebé, si tenemos en cuenta que en los Estados Unidos los becarios de Elon Musk han descubierto en las cuentas de la Seguridad Social miles de pensionistas de más de tres siglos de edad.


Tenemos un país bastante más sano de lo que creíamos –dijo Trump mirando a su secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.


Del Real Madrid, en su cumpleaños, se ha acordado hasta Julio Iglesias: “Tu historia y la de Julio Iglesias estarán ligadas eternamente, habiendo formado parte de este club y siendo el primer artista en cantar en el Santiago Bernabéu”. Un lince del marketing podría organizar el último. ¿Qué entiende uno por “lince del marketing”? Pues ése que ha montado en la Milla de Bronce una tienda con paquetes “olvidados” de Amazon a quince euros el kilo: “Descubres qué hay después de comprarlo”. Luego ya te puede salir mal, un Jovic, un Hazard, o bien, un Joselu. El caso es que Julio Iglesias es el único artista suavón (“suaviter”, en jerga liberalia) que podría cantar en el Bernabéu sin molestar a los vecinos (pillines y pallines) de la Castellana, que han conseguido que los conciertos caigan sobre los vecinos de Las Rosas en el Civitas, el Estadio del Pueblo, al parecer, más rockeros. (“Nos invade la cochambre”, saludó en el 75 la prensa local el primer festival de rock en Burgos). Julio llenaría el estadio, susurraría en la oreja a “Ruido Bernabéu” y luego se abriría la cubierta para recibir el hongo atómico de Sajarov como traca final de la Europa muerta.


En las últimas semanas, el Madrid ha envejecido en la Liga y ha rejuvenecido en la Champions. Lo de la Liga tiene explicación: la terapia arbitral le ha costado nueve puntos en cuatro partidos, con sus ristras de expulsiones y lesiones. Y lo de la Champions también la tiene: el arbitraje es profesional, y la competición, al contrario que la Liga, proporciona proyección y gloria a los jugadores. La Liga, que entre todos han conseguido que dé grima verla, tendría que jugarla el segundo equipo para foguear canteranos y reservar a las estrellas para lo importante, que, según tenemos dicho, es, primero, la Copa de Europa, y después, la Copa del Mundo.


La diferencia entre Liga y Champions es la que hay entre los trencillas Munuera, el runflante fan Messi, y Turpin, que dirige con la mirada, como los móviles del futuro. El cateto de la gomina va por el césped leyendo los labios de los extranjeros para descubrir si dicen “fuck you” o “fuck off”, cosa que no logran aprender durante su estancia de estudiantes en Cork, y los tiene muy mosqueados. ¿“Fuck” a mí? ¿“Fuck”? “¡A que te meto un parte!...” Y así. Es la barbarie ibérica. Esa misma semana, en la Premier, Vardy, del Leicester, le soltó “fuck off” en la cara al árbitro, que permaneció impasible. El disparate como negocio en esta competición está en que se le priva durante dos jornadas de una de sus estrellas mundiales porque un trencilla acomplejado se da por ofendido con una expresión que no comprende, que es como si David O. Selznick hubiera apartado a Vivien Leigh, que tenía boca de hacha, del reparto de “Lo que el viento se llevó” por decirle “fuck off” en el set de rodaje a Victor Fleming.


El Real Madrid debe pasar normalmente la eliminatoria europea con el Atlético, y si no fuera así incurriría en un fracaso tremendo, de los que le cuestan el puesto a un entrenador, incluido Ancelotti, el más laureado, que sabe lo que hay. El piperío ronceril se lo piensa entre Zidane, el más astuto, y Alonso, el más empoderado (en Alemania se ha puesto a opinar de política y ha roto a woke, ahora que el wokismo lee a Carl von Clausewitz y quiere guerra). Luego está el mourinhismo, que, no nos engañemos, fueron cuatro, y entre ellos no está ninguno de los que ahora se declaran mourinhistas de toda la vida. Mourinho tuvo el valor de gritar “el rey va desnudo”, cuando el rey reinaba con el Relato más falso jamás escrito a través del cordón umbilical del oro. Y a lo mejor esos cuatro se merecerían a Mourinho.


[Sábado, 8 de Marzo]