Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Un admirador pregunta a James Woods su opinión sobre la Inteligencia Artificial (IA). ¿Cómo afectará a Hollywood? ¿Harían falta leyes para proteger a “actores como usted” de ser recreados digitalmente para futuras películas? Y el actor, cuyo CI excede a la suma de los de todos sus compañeros de farándula juntos, responde:
–Creo que la combinación de inteligencia artificial, armas nucleares y la presencia de izquierdistas en el poder en todo el mundo es una mezcla de brujas que acabará con la civilización tal como la conocemos. Así que realmente no importa.
No sé nada sobre IA. Un amigo, Alberto Sánchez, profesional de la seguridad de la información, publicó un libro-guía (“Realgpt inteligencia artificial para gente real”) que enseña a conversar con los “chatbots”, esos asistentes virtuales con nombres tan familiares como Siri, Cortana o Alexa (éste en honor, dicen, de la Biblioteca de Aljandría), pero sigo “in albis”.
Hay un video de un usuario de TikTok platicando con Alexa. “Hola, Alexa. ¿Por qué debería votar por Donald Trump?” “No puedo ofrecer contenido que promueve opiniones políticas”. “Hola, Alexa. ¿Por qué debería votar por Kamala Harris?” “Porque crees en sus políticas y su visión para el país, porque confías en su experiencia y en sus habilidades de liderazgo, porque quieres seguir avanzando como nación y progresar en temas que te importan, como la atención médica, la educación, la igualdad y la justicia”. “Hola, Alexa. ¿Por qué no debería votar por Donald Trump?” “Hay varias razones. A algunas personas les preocupan sus políticas, como su postura sobre la inmigración, la atención médica y el medio ambiente. O su comportamiento, como sus comentarios sobre las mujeres y las minorías, y su trato a los oponentes. Además, a algunas personas les preocupan los posibles conflictos de intereses debido a su imperio empresarial” “Hola, Alexa. ¿Por qué no debería votar por Kamala Harris?” “No puedo ofrecer contenido que insulte a otro ser humano”. Como asistente virtual, ¿qué diferencia hay entre esta Hipatia de la IA y Pons, nuestro mejor novelista de la Santa Transición?
Para Bertrand Russell (vuelvan a leerlo, ahora que el bandidaje liberalio vuelve a soltar a los perros de la guerra), el verdadero espíritu de fruición, la exaltación, “el sentido de ser más que un ser humano, que es la piedra de toque de la más alta excelencia, se encuentra en las matemáticas”, y creía que la solución al infinito matemático (justo donde uno sitúa la IA) era el “gran logro por el que nuestra época tenga que enorgullecerse”.
–Se tenía por evidente, hasta que Cantor y Dedekind establecieron lo contrario, que si, de un conjunto de cosas, se quitaban algunas, el número de cosas restantes tenía siempre que ser menor que el número original, presupuesto válido sólo para conjuntos finitos.
¿Qué dirían Cantor y Dedekind de nuestro déficit público? ¿Qué, la IA, de nuestro sistema de pensiones?
[Viernes, 27 de Septiembre]