lunes, 8 de julio de 2024

Vindicación de Ancelotti


Ignacio Ruiz Quintano

Abc


Los ingleses inventaron el fútbol, pero no saben de fútbol. También inventaron el gobierno liberal, y tienen de primer ministro a Rishi Sunak, multimillonario al que nadie ha votado, pero que se presenta a la siguiente elección con la atractiva promesa de reinstaurar el servicio militar, y al que se niegue, le corta el pelo, actitud que vendría a corroborar que a este tío lo pusieron ahí los malos para liquidar lo que queda del partido conservador británico, una vez desguazado por el gamberro traidor del pelo alborotado, como la chica yeyé que en los 60 cantaba Concha Velasco.


El Rishi del fútbol inglés es Gareth Southgate, un mediocre con “su chaleco de corte bretón”, a lo Gómez Carrillo, que ha empeorado a todos los futbolistas que seleccionó para la Eurocopa hasta el punto que un periódico bizarro como el “Guardian” propone “prescindir de Bellingham”, quien, como el resto de estrellas, no juega a nada. El “Guardian” quiere a Foden por Bellingham. ¡A Foden! Con su cara de pescado de roca, Foden juega de extremo, pero no se ha ido de nadie desde el marcaje de Mendy en Manchester cuando la Champions, y quieren retrasarlo al centro del campo para aprovechar su cara de estar oteando bostas, como la que ponía Marlon Brando en “El Padrino”. Creen que desde ahí verá los huecos que hasta la fecha no ha visto nadie en Inglaterra, que, no lo olvidemos, juega con Kane, gran futbolista, pero enorme cenizo.


Es verdad que todos los niños vienen a este mundo con un pan bajo el brazo, y a Foden acaba de llegarle el tercero, a cuyo nacimiento ha asistido con permiso de Southgate, su único acierto en la Eurocopa hasta la fecha. El periodismo, que está en su edad de oro, preguntaba el otro día a Jasikevicius, jefe del Zalgiris, por qué había dado permiso a Augusto Lima para asistir al nacimiento de su hijo en medio de una semifinal. “¿Tienes hijos?”, contestó el entrenador. “Cuando tengas hijos lo entenderás. Porque es la mayor experiencia de un ser humano. ¿Piensas que el baloncesto es lo más importante en la vida? Nada puede ser más majestuoso en el mundo que el nacimiento de un niño”. Foden tiene a su niño, pero Inglaterra no tiene fútbol. Inglaterra (y Francia) pueden ganar la Eurocopa, pero Southgate (y Deschamps) son dos lúseres que han destrozado a sus estrellas.


La funciónde un entrenador es mejorar a todos los futbolistas que caen en sus manos, y eso, hoy por hoy, sólo lo hace Ancelotti, a cuya sabiduría nos encomendamos ya sin reservas (y teníamos varias). Repitamos con Einstein: “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio!” Hala, todos nuestros prejuicios contra Ancelotti, al contenedor de la esquina. Ahí está su Bellingham, ahí está su Vinicius… ¡y ahí está su Joselu!


En Inglaterra, todas las urracas picotean en Bellingham, igual que en Brasil (por cierto, que gran idea la suya, querer contratar a Ancelotti) todas las urracas picotean en Vinicius, pues siempre les cae algo. Un tal Pintinho (Sevilla, Cádiz) ha conseguido relevancia mediática por llamarle “provocador y payaso”. Y el Loco Bielsa aprovechó una rueda de prensa para aclarar que él nunca dijo que Vinicius fuera el mejor jugador del mundo.


Hice referencia a que Vinicius era el mejor extremo del mundo, nunca dije que era el mejor jugador del mundo –declaró el Loco, apretado por un periodista que tuerce por Messi para el Balón de Oro.


Bielsa siempre fue un tipo ridículo, pero aquí lo borda. Estamos en el pasaje de las negaciones de Pedro. Dombrovski sostiene que Pedro no se convirtió en traidor, como Judas, sólo por casualidad. ¿Por qué? Una mujer del palacio del gobernador lo reconoció: “¿No eres tú uno de los discípulos de ese hombre?” Y él le respondió: “No, no lo soy, no sé de qué habla”. Y así hasta tres veces: “No, no, no”. ¿Qué habría pasado si en ese instante alguna de las autoridades presentes hubiese oído las palabras de la mujer? Se habrían abalanzado sobre él en el acto. “¿Cómo dices? ¿Éste? ¿El de la barba? Eh, ven aquí, amigo. Bueno, Cristo había dicho de él: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia”. ¡Bonita piedra!


 Pobre Bielsa, condenado a producir frases de camiseta para tertulianos, para quienes Mbappé sólo es “un jeta”. Y en la “jeta”, precisamente, Lewandowski, que tiene pinta de perdonavidas, le arreó un manotazo táctico en el Francia-Polonia del lúser Deschamps, otro que, jugador que coge, jugador que neutraliza. ¡El hombre que neutralizó a Mbappé!


El manotazo táctico del polaco a la nariz rota del francés me recordó a los picoteos de pájaro carpintero del barcelonés Alcaraz, centrocampista del Cádiz, sobre la clavícula de Bellingham, lesionado en el partido anterior contra el Rayo en el Bernabéu. Los locutores de TV se percataron del picoteo alcaracino, que visto en Cádiz hasta tenía su gracia, pero por el pinganillo moral alguien les advirtió que se trataba de un picotear “sin mala intención”. Claro que, para pinganillo moral, la lección de Rivero ante la ola de espontáneos pro-cristianos la noche de Portugal: “El protocolo de TV prohíbe enfocarlos porque saltar al campo es interrumpir un espectáculo que es de todos en beneficio de uno solo, que es el que salta”. Qué maravilla.


[Sábado, 29 de Junio]