Francisco Javier Gómez Izquierdo
Servidor de ustedes, que fue primogénito de una prole formada por seis criaturas, anda por la casa de la madre nonagenaria, aquí en Gamonal, donde además de saludar y admirar su templo de siempre, la Real y Antigua, que se proyectó con ánimo de que fuera catedral, las paredes de la otra iglesia del barrio, San Pablo, nos avisan que a ella también hay que empezar a echarle siglos, medio de momento, y que tal día como hoy, 25 de enero, abrazó la fe de Jesucristo, aquel Saulo feroz en la persecución de la cristiandad.
Permitan que transmita la sorpresa e incredulidad que me asaltó a principios de los 70, cuando se estaba levantando San Pablo por creer que una iglesia tan moderna no podía ser una iglesia como Dios manda. Vamos, como nuestra "Antigua", que era edificio en el que sospechábamos intervención divina.
Días de frío, estos, en Gamonal.