miércoles, 13 de noviembre de 2019

Abascal


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Un día Ernst Jünger le dijo a su amigo Carl Schmitt que los Robespierre ingresan al poder como a una jaula, y el hombre que más sabía del poder después de Hobbes le respondió:
    
¿Por qué sólo los Robespierre? Todos, malos y buenos, ingresan al poder como a una jaula.
    
En dos cosas se ve que Abascal, que no es un Robespierre, está en la jaula. Una, ingenua, es que salen tontos marcándose un Smollet (Jussie Smollet, actor acusado en Chicago de pagar por que lo asaltasen dos falsos trumpianos y presentar denuncia por delito de odio). Y la otra, maliciosa, es que ya se oyen los cobradores del frac que el Sistema le envía para meterlo en el mueco y exigirle una Abstención de Estado, expresión que haría sonreír a Mussolini, cuando no su apoyo directo al Decreto de Unificación, expresión que haría sonreír a Franco, dejando la Oposición, que es decir el Control, para otro día, o para los colosos del columnismo, autoconstituidos en los «checks and balances» (negrita arriba, cursiva abajo) del 78.

    Rivera sale de la jaula (su dimisión ha merecido el tratamiento histórico de la de Bismarck, que dio paso “a la tragedia del Segundo Reich”) y a la jaula entra Abascal. Es la jaula del 78, un sistema de poder para el contexto de la Guerra Fría, cuyo único defensor leal, hoy (por tanto, anacrónico), es Abascal (los demás bracean ya en esa delirante Commonwealth ibérica soñada por el pujolismo), razón por la cual no lo veo acometiendo las dos reformas que sacarían a España (“deconstruido” el Estado y desnacionalizada la Nación por el “café para todos” autonomista) del “cul de sac”: sistema mayoritario de distrito a doble vuelta para la representación, y para la gobernación, sistema presidencialista, con la Monarquía como está, y volvemos a Robespierre: ¿Monarquía o República? “Instituciones y leyes”.

    –Una Monarquía presidencialista es democrática, una República parlamentaria es oligárquica.
    
Pero el “mainstream” prefiere discutir si los votantes de Abascal son galgos o podencos.