Alfonso VI
Ignacio Ruiz Quintano
Abc
Dice Stanley Payne que “España es el único país importante que no tiene derecha”. Eso es así para tapar de dónde venimos, que desde 1977 somos el país más progre de palabra y más reaccionario de obra.
La derecha, como el dinero, es huidiza, y ahí está Puigdemont, que riza el rizo del “lúser” intentando establecer su Yuste… ¡en Waterloo!, cinco mil al mes, “Waterloo, I was defeated, you won the war”, con Gabriel y Rovira, como dice un amigo, de Agnetha y Frida.
“Moncloa triunfa”, fue el mensaje privado del leal Puigdemont. ("Leal" a la comedia, pues nunca se acogió al título décimo del Código Penal al publicarse sus “confidencias”).
–Años de batalla –decía Ruano– para llegar a esto: a tener frío junto a la chimenea, a tener que escribir sin ganas un artículo para que la criada lo lleve, y traiga rápidamente el dinero que se está esperando. ¡Y a esto, Dios mío, se le llama por los cafés haber triunfado!
Mas Puigdemont, periodista antes que político, no piensa en el triunfo periodístico, que da lo que da, sino político. Su testamento telefónico es copia del testamento epistolar (julio del 48) del tragaldabas de Indalecio Prieto a su Comín, el bilbaíno Eulogio Urréjola Ortiz de Guinea:
–La cosa está perdida. Totalmente perdida para nosotros. Lo siento porque ese tío sinvergüenza de Don Lindo del Pardo haya triunfado. ¡Es que ha triunfado, el cabrón del hombre, amigo Urréjola! Y hemos de verlo así de claro todos los compañeros y responsables, como lo veo yo, ¡maldita sea mi puñetera estampa!
Por incomparecencia de Puigdemont, el “Magnificus Triumphator” (título del rey emperador Alfonso por ganar Toledo, que también pudo plantar la unidad española: pero no lo hizo) es, hoy, para Rajoy, presidente de un país “sin derecha”, como en la República.
–Suprimir la derecha equivale a hacer desaparecer en el mismo instante la izquierda –escribía Wenceslao Fernández Flórez en el ABC del 31.
Que a lo mejor de eso se trata.
Pero ¿hemos acabado ya con el capitalismo?