lunes, 5 de febrero de 2018

¿Inasequibles al desaliento a pesar del 1-2?

 La última que pasó fue con el Madrid de Ancelotti 

Esta afición no merece la Segunda B

Francisco Javier Gómez Izquierdo

     Los propósitos de enmienda y el mantenimiento en el esfuerzo suelen ser proverbiales tras la vorágine anual del mercado de invierno futbolístico. Las buenas intenciones tienen la misma categoría tanto en 1ª División como en 2ª, y como creo que para reparar las grietas de los equipos es menester conocimiento, tiempo, disponibilidad pecuniaria y sobre todo suerte, no tengo argumentos, después del partido de ayer ante el Barcelona B, para valorar con objetividad el esfuerzo de los nuevos propietarios del Córdoba CF.

      En principio, y si tenemos en cuenta que en cinco días hubo de hacerse todo -encontrar retales interesantes, ficharlos, entrenarlos, acoplarlos...- creo que harto se ha hecho. El presidente Jesús León invitó a Córdoba y su provincia al fútbol y llenó El Arcángel con una ilusión que podríamos considerar tangible enardeciendo el sentimiento con el Bienvenidos de Miguel Ríos y el Libre de Nino Bravo, más recurso de exorcista contra el nefasto Carlos González que himno de gesta deportiva. Ocurre que luego el desarrollo de un partido se te pone puñetero y aparecen impedimentos que no se controlan. Por ejemplo, el árbitro. Ayer, el señor Moreno Aragón, en la tradición de los colegiados amarillos amigos del aquí mando yo. “Yo o mi colega el línea que a veces ve mejor que yo”. No suelo cebarme con los trencillas, pero ayer con el partido de cara el señor Moreno se quiso poner interesante. Ganábamos 1-0 con gol de Narváez, joven colombiano que coincidió con James en el Madrid y que nos ha dejado el Betis, cuando a falta de 10 minutos Nahuel, jugadorazo de Primera también cedido por el Betis al Barcelona, se cae en el área cordobesa. El señor Moreno gesticula enérgico como reprochando al argentino el piscinazo, pero el linier algo le dice por el “pinganillo” y con insólito escorzo, de repente señala el punto de penalty. He visto las imágenes y es descorazonador porque el árbitro acertó en su primera apreciación por lo que no entiendo su cambio de opinión sin cambiar al menos impresiones con su ayudante. Gol de Aleñá, un centrocampista al que nuestro entrenador, el sabrá por qué, le quitó la incómoda vigilancia de Edu Ramos. Volcados a por el triunfo, Aguza roba un balón al aturullado Hongla que le llega a Reyes y cuando éste, con artístico amague, tenía derribado al guardameta, piiiii, falta de Aguza que el otro línea no vio, y eso que estaba muy cerquita de la acción. Bronca del público, jugadores descentrados y ganancia de pescadores. En el minuto 93 Aleñá, un futbolista entero y verdadero, conduce un balón en una contra ante la que no quedan pulmones que obstaculicen o al menos molesten un poco. Lo pasa al extremo derecho que parte en fuera de juego y éste envía un cheque al portador al inquieto Nahuel, al que auguro una primavera gloriosa. ¡Qué bueno es el tío! No entiendo su ostracismo de los últimos meses tanto en Villarreal como en Sevilla.
     
Si nos ponemos objetivos, el Barça B juega mejor que nosotros. Mucho mejor. Mejor que nosotros y casi todos los equipos de Segunda. Si acaso libra el Huesca, que se lo tiene creído, y hace bien. No veo equipos con más argumentos que esta gavilla de promesas jóvenes que los equipos de Primera dejan al Barça en el mercado de invierno: el Celta al central Costas, contundente e inteligente, el Éibar al mediocentro Rivera, un semáforo en la circulación junto al crecidito juvenil Oriol Busquets, éste sí de la cantera; el extraordinario Nahuel, al que creo recordar se hizo internacional para adelantarnos a la llamada de Argentina, su país y en fin... ese poso que consiguen los filiales con jugadores de calidad cuando consiguen domesticar la imprudencia de la edad. Va a perder pocos partidos este equipo y creo que se va a salvar.
    
Al Barça le sobran técnicos, tiene dinero, tiempo, no necesita suerte y los imponderables casi siempre le son beneficiosos por lo que hemos de borrar la aciaga noche y pensar en Tenerife, donde, por cierto, va a estrenarse de entrenador “el Gallo” Joseba Etxeberría, aquel extremo  que siendo pollo cambió San Sebastián por Bilbao.
      
Lo sé, sigo siendo un iluso. Como toda la vida. Espero a Reyes, en quien tanto creí desde su advenimiento.