miércoles, 27 de mayo de 2015

Las votaciones



Francisco Javier Gómez Izquierdo

Los Podemos de Córdoba se llaman Ganemos y en las votaciones del domingo ganaron cuatro concejales. Al jefe de la cuadrilla de Ganemos no se le distingue la casta, pero tanto él como los suyos se ponen unas camisetas verdes dando a entender que tiran para ecologistas, inclinación de extraordinario predicamento en Andalucía. Una vez me presentaron a un protector del lince ibérico como si me presentaran al Papa y lo único que se me ocurrió fue preguntarle que cuántos linces quedaban. Cuando me contestó que los linces son reacios a utilizar los pasos habilitados para ellos y que se empeñan en cruzar por las carreteras, intuí el negocio de aquél hombrito. El del jefe de Ganemos dice el periódico que era vender árboles a particulares de ciudad. El comprador no veía el castaño o el ciruelo, pero luchaba contra la capa de ozono. Una cosa así como los sellos aquéllos del Fórum Filatélico y que resultó ser una estafa piramidal. El jefe de Ganemos Córdoba dice que es verdad que vendía arbolitos en la parte de Galicia, pero que también compró y se siente estafado. En fin, un lío barnizado de un ecologismo que buscaba dineros rápidos.

    El alcalde pepero Nieto ha conseguido once concejales; la aspirante socialista Ambrosio, siete; la IU que fue dueña en Córdoba alcanza los cuatro ediles y los ciudadanos del joven Rivera, dos. Sandokán, orgulloso e irreductible (“¿Que pague la multa yo? Que la pague Rosa Aguilar que me autorizó a hacer las naves comiendo gambas en mi casa”) también será concejal. Como en la mayoría de las ciudades, los Podemos de Córdoba son los amos del balón y se va a jugar como ellos quieran. Se van a pedir ser porteros en el urbanismo y las cosas de la cultura y cómo pueda acabar Córdoba sólo Dios lo sabe.
    
Complicado el panorama de Córdoba..., pero  confieso que los resultados de Barcelona y Madrid me han dejado sin palabras. Dicen los amos de las buenas costumbres que los que no votamos no tenemos derecho a queja, pero les aseguro que para votar como se vota, lo mejor es quedarse en casa. Nunca pensé que hubiera tanta gente insensata y tanta vocación española hacia la picaresca. Si el pueblo es sabio, como dicen los júligans de la democracia española, ¿por qué sus individuos piensan tan distinto?

     Son tiempos para los que no estoy preparado. Tiempos en los que te obligan a perder el respeto. La jueza Carmena, que con tanta aplicación desautorizaba a los funcionarios de prisiones; la activista Colau, que tanta desobediencia demostró a las autoridades; el Kichi de Cádiz, que soñó con ser alcalde de su pueblo cuando era uno de los “Menda Lerenda”... son el futuro de un país que va para patidifuso.

    Al menos, el Kichi tiene su gracia y como a Cádiz, gracias a Dios,  no hay pisha que lo arregle....