domingo, 1 de diciembre de 2024

La Segunda División. 16. El Almería

Maximiano, Chumy, Edgar, Pubill, Kaiky, Luis Suárez / Centelles, Nico Melamed, Arribas, Robertone y Rachad

    

 Goleadores: Baptistao y Luis Suárez, felicitados por Gui Guedes (27) y Pozo (17)

 

         Francisco José Gómez Izquierdo

 
      Si hay un equipo fiel a aquella doctrina de Johan Cruyff en la que no importaba que te marcaran cuatro goles si tú marcas cinco o seis, es el Almería de Joan Ferrer "Rubi". Encaja muchos goles el Almería, 26 en concreto; sólo el colista Cartagena con 27 le supera en faceta tan negativa, pero ¡amigo! no hay delantera como la del equipo del Poniente andaluz. Luis Suárez es jugador de primera y Leo Baptistao también, por mucho que supongamos su decadencia porque va para quince años que apareció por Vallecas para pasar luego al Atleti, Betis, Villarreal, Español ..., China, Brasil y vuelta a la península con aún treinta y dos años, siete menos que Modric, un poner. Luis Suárez es el pelotero más valioso de Segunda, Baptistao cumple bien su oficio; Arribas era la mayor promesa del Castilla hace dos años y los veinteañeros Marezi y Rachad están dispuestos a dar mucho que hablar.


   No sólo por esta delantera se considera la del Almería la mejor plantilla de la categoría; es en las bandas donde con un inteligente barajar, Rubí ha conseguido un poderoso caudal suministrador de ocasiones de gol. No parecen laterales al uso ni tampoco extremos puros. Son atípicos carrileros que atormentan a los rivales por su disposición táctica. Así en la derecha, Pubill, campeón olímpico parece quizás el más reconocible lateral pero el 2 lo lleva Arnau Puigmall, un torbellino que trascamundea rivales, y Pozo, con su cabeza gacha es llegador impetuoso que no anda mal de puntería. Por la izquierda también se alternan o juegan juntos Bruno Langa con Centelles que suelen tener por delante a Nico Melamed, el díscolo medio españolista, o Babá o el talentoso Melero, mediocentro jugón que deja sitio cuando Rubí teme al contrario, al "pulpo" Lopy o al portugués Gui Guedes, uno de los tipos más duros de los almerienses, Robertone aparte, que por desgracia anda lesionado. Centrales titularísimos, dos: Chumi, gallego con seis años en la cantera del Barça y que suma su quinta temporada de rojiblanco con el puesto fijo acompañado de Edgar, mediocentro bético reconvertido en central al que servidor ve un caminar zancudo como de grulla, en ocasiones elegante pero otras con torcida apariencia y dudosa eficacia. El joven brasileño Kaiky queda a la espera. De portero sale Fernando, un murciano convertido en institución en Almería donde cumple su octavo curso. Empezó en el banquillo, pero Rubí, sus razones tendrá, ha sentado a Maximiano, el portero de bonito nombre, y ha dado la responsabilidad de parar a un capitán que sabe serlo.
    Al hilo de los nombres bonitos recuerdo que Cruyff, que no tenía inclinación por ningún portero, eligió al brasileño Jair como su favorito, no por lo que paraba sino porque le gustaba cómo sonaba el nombre.


    Buena plantilla la del Almería a mi parecer, con entrenador que conoce muy bien la categoría, pero a mí Rubí me escamó un tanto hace años cuando llevando al Sporting de Gijón: apartó al pater del equipo y quitó de rezar el Padrenuestro antes de saltar al campo, costumbre ancestral que venía de antes de los tiempos de los Quini, Ferrero y Megido. Imagino que en Almería donde suele haber varios jugadores musulmanes su disciplina será más flexible, por la cuenta que le trae.