lunes, 9 de diciembre de 2024

La flor era Vinicius

 


La sombra de Mbappé


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


En la Segunda Venida de Ancelotti, el Real Madrid ha sido una Oficina de dos empleados: Courtois y Vinicius. En Anfield no estuvo Vinicius, que tiene allí su estadio europeo, pero sí estuvo Courtois, que impidió la goleada, ya que en su puesto no puede impedir esa agonía como de casa rica que no llegara a fin de mes que produce este Madrid de Ancelotti: un tiro a puerta en todo el partido: el penalti fallado por Mbappé.

Explicación españolísima de esa cosa que atiende por “los profesionales” (en política, “los expertos”): “Es que el contrario también juega”. Pero no puede ser que una banda inglesa de tarugos juegue al fútbol como el Dinamo de Kiev de Lobanovski, arrasando a un equipo de estrellas metidas en un calcetín de Simeone, ese cholismo para pijos con Modric (“Todavía quedan tres partidos y tenemos que mejorar”, declaró en Liverpool, sin reírse) de tótem para Charos que recoge ovaciones por esos campos de Dios (en Anfield hizo de Manolo Morán en “Manolo, guardia urbano”) y con Bellingham, un pavo de cien millones, persiguiendo a los carrileros contrarios, dejando a Mbappé arriba, solo, con la sensación de que el chaval pasa vergüenza viéndose delante de tanto público en pelotas. Para parar, mandar y templar al equipo más agresivo de Europa, tú sacas un centro del campo con Camavinga privado de Valverde, más Modric, para que Camavinga tenga que correr por él y por los otros dos, hasta que se rompe. Estos desequilibrios matan al medio centro (primero Aureliano, luego Camavinga), y por añadidura, a los centrales. La solución habitual es “aconejarse” todos en el área y que alguna pelota le llegue a Vinicius, que siempre ha sido (lo confirmamos en Liverpool) la flor de este equipo. Son, estos, grandes días de fiesta para el antimadridismo, que es a lo que se reduce hoy “ser español” en España.

Si le pegan una patada, que se aguante y se quede con la patada –ha resumido a Vinicius, y lo ha hecho en nombre de la alta cultura española, Javier Clemente, que no es el Mono Burgos y puede permitirse la campechanía.

En la alta cultura española, que incluye al piperío, cuesta asimilar la idea del negro rebotado. Vinicius se rebota, y eso no es “fair play”. En Butarque un defensa le puso la rodilla en la espalda, y a Vinicius, que es, de natural, la alegría cubanísima de la huerta, se le puso el gesto que se le ponía a Ben-Hur cuando, amarrado al remo, recibía el latigazo en el barco. Cosas del carácter (justo lo que le falta a Mbappé). Por eso triunfa en el Real Madrid.

La grandeza del Madrid es que tiene para todos, y todos, madridistas y antimadridistas, reciben sus regalos a su tiempo. Ahora es tiempo para el antimadridismo, que goza como chancho en charca de barro con los reveses blancos, pero luego vendrá mayo, y vuelta a empezar. En noviembre toca el Apocalipsis. “A mucha gente no le conviene que llegue el Apocalipsis”, dijo Pitita Ridruejo. ¿Señales? A Clemente lo entrevistan para meterse con Vinicius. Y para meterse con Florentino, entrevistan a Tebas, nuestro Elon Musk de los goles, y a un Roncero de Namibia, pero en culé, que hizo Balón de Oro a Rodri (¡a Rodri!) y domina la lírica lastimera de los misioneros del balón. En esa votación había otro Roncero culé en El Salvador, pero a ése no lo han llamado por si el teléfono lo levanta Bukele y les recita el “Romance del prisionero”: “Por el mes era de mayo / cuando hace la calor, / cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor …”

Sobre el nudo gordiano de Mbappé (jugar por el centro o por la izquierda), esta anécdota de Pato en el Milán de Berlusconi y Leonardo: “Estábamos concentrados, yendo en autobús al estadio. Suena el teléfono: ‘Hola, Berlusconi quiere hablar contigo’. Digo: ‘¿Eh? ¿A la hora del partido?’. Me dice: ‘Que juegues más por el centro’. ‘¿Cómo lo hago? Mi entrenador es Leonardo’. Me dice Berlusconi: ‘Tú, tranquilo; ve al centro, que te lo estoy diciendo yo’. Entonces le comento a Leonardo: ‘Oye, Leo, me ha llamado Berlusconi y me dice que juegue por el centro’. Y me dice ‘Vale, tranquilo, ve por el centro’.

Y empezó a ir bien porque ganamos al Real Madrid.



Namibia



El Salvador

[Sábado, 30 de Noviembre]