Los Calero. Padre e hijo
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Al entrenador Xavi Hernández le atraen sobremanera los poéticos versos con los que el simpar Johan Cruyff explicaba el fútbol. Xavi quiere copiar lo de Cruyff sin acabar de entender que los genios van por otro lado. Los entrenadores geniales que el fútbol ha dado no tienen señor, su palabra es más poderosa que la de millones de muchedumbres, no tienen reparo en equivocarse con arte y, lo que es más determinante, no necesitan repetir de continuo que ellos son los que mandan. Sus futbolistas lo notan y procuran aplicarse en sus enseñanzas porque comprenden que como no sea así, no juegan.., y los aficionados de sus equipos les consienten todo.
Servidor esperaba ayer el Burgos-Mirandés con mucho mayor interés que el Madrid-Barça porque el llamado Clásico ya no levanta pasiones. La debilidad azulgrana se quiere disimular tanto en Barcelona como en Madrid -taquillas televisivas tienen la culpa, claro está-, pero todo aficionado que tenga ojos para ver, "s'anterao hace una jartá de tiempo" que Eric García no es jugador para el Barça, que Sergio Roberto, lo hemos puesto aquí muchas veces, es un notable medio pero un defensor deficiente, Balde, ¡bueno, no vamos a hacer leña!.., lo que está claro es que el sistema de Xavi hace demasiadas aguas en defensa y adolece de cierto señoritismo demodé con ese toma y dame en el centro del campo como de hipnotizar cobras. Las cobras pican con demasiada frecuencia al flautista pero el flautista sigue empecinado en lo que se llama "el buen trato del balón" que al parecer es más importante que ganar. No tuvo historia ninguna el partido de ayer. Ganó el Madrid fácil, como si fuera un entrenamiento de cierta exigencia pero sin riesgos, un partido jugado con más placidez que como se juega contra el Valladolid o el Almería. Un partido donde el perdedor no pareció ni la mitad de lo que presume. Un trámite, en suma.
El derby llamativo estaba en El Plantío donde José Antonio Caro llegó a los 928 minutos imbatido. Por parar con las manos hasta donde no debe, fuera del área, lo expulsaron. El gol que rompía la imbatibilidad del Burgos lo recibió el veterano Dani Barrio en el minuto 94 pero como dijo Caro que sabe muy bien lo que dice, "firmo no ser hombre récord por ganar ", se ganó al Mirandés, al que uno aprecia como buen vecino. A mi Burgos le han metido un gol y es más noticia entre el público futbolero en general que el gol de Ferrán en el Bernabéu. El personal se ha quedado con la copla de que aún nadie ha sido capaz de ganarle.
-Y eso que no han podido fichar porque el argentino dejó un "puazo" de no te menees. Se apañan con los que Michu ha buscado por la Segunda B.
Michu habla de salvarnos. Con Julián Calero el Burgos es práctico. Hace lo que mejor sabe: desbaratar los ataques contrarios y picar veneno cuando menos se espera. Julián Calero, de la defensa ha hecho memorable virtud. Su hijo que ¡cómo no! es lateral derecho en el Cartagena defiende casi seguro con algún consejo paterno. Ayer subió la banda y marcó un golazo al Ibiza apareciendo de sopetón. No haría mal en echar un vistazo Xavi Hernández al gol de Iván Calero o al de Mourad, que tampoco es manco. Dos "pam, pam" quizás de escasa elaboración para su gusto, pero tan demoledores como el galopar de Vinicius o los cañonazos de Valverde, a los que tiene por métodos poco elegantes.
¡¡Aúpa el Burgos!!