sábado, 10 de agosto de 2019

Los Touceda



Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Pedro Touceda (ABC, música, cine) ha escrito la historia de los Touceda, vecinos del 4º de la Torre Amarilla, en la setentera Colonia de Lourdes (proyectada por Sáenz de Oiza), junto a la Casa de Campo, de la que uno sólo sabía por lo que me contaba un torero conocido, triunfador de algún San Isidro, que se entrenaba allí y que un día, sólo con manejo de capote, eludió los arañazos de una Venus Tibisay.

    “Los elefantes andan descalzos y no usan paraguas”, se llama el libro de Touceda, que “no es novela ni libro de relatos”. Es, como el título, un ir y venir literario con realismos mágicos a lo García Márquez (la boda real de la abuela demente, la tía de Logroño que quiere que la entierren con los ojos abiertos), Ruano (la última broma del abuelo: morirse), Ferlosio (la maleta) o Baroja (la chabola de El Caraque, al otro lado de la carretera de Extremadura), con amores de relato a lo Salcedo Ramos y su novia Socorrito Pino.
    
Escribir con sencillez es muy difícil y exige mucho tiempo –avisa Baroja al ponerse con sus memorias de encargo, pues no quiere llenar un montón de cuartillas “con tiquismiquis literarios”.
    
Baroja era hombre de pocas necesidades: en el verano, para ponerse a recordar, le bastaba y le sobraba contemplar algo verde. A Touceda le ha bastado y le ha sobrado con contemplar la Casa de Campo con ojos de niño que ve las cosas hacerse por primera vez, y verdaderamente no a todos los niños les ha sido dado ver hacerse la Casa de Campo, ¡y el Zoo!, donde la niña de la casa descubre cómo andan los elefantes, que no es como se los pintan (con unas zapatillas rojas de andar por casa) en el peluche gris que le regaló papá.
    
A mediados de los setenta, “a mi padre le tocó la lotería”, y propuso vacaciones en Ibiza, incluida la abuela.

    –Me he hecho nudista. Y el templo que tenemos en España está en Ibiza.
    
Visto desde la Colonia de Lourdes, esto es glorioso.

    –¿Qué ocurriría en la playa de Las Salinas? ¿Nos íbamos a quedar todos en pelotas, con lo importante que había sido el pestillo del baño?