jueves, 8 de agosto de 2019

El "Hermitage"


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Bañarse con el “Hermitage” viene a ser como hacerlo con la bomba de Palomares. Yo he tenido ese privilegio, en Lastres.

    –¡Me gusta el olor a polonio por la mañana!

    El “Hermitage” es el yate del oligarca ruso (si fuera español no se llamaría oligarca, sino emprendedor) del acero, y está valorado en cien millones de euros. ¡Medio Pogba fondeado frente al restaurante “El Descanso”, pero el Iron Man de Putin, que es como un doble de Espartaco, el torero de Espartinas, en vez de enviar a sus hombres por una de calamares en su tinta y otra de bonito en rollo, que es lo suyo (porque es único), los envió por marisco a la cetárea, que en agosto está tan huera como los corrales venteños de Florito! ¿Tanto hacker y tanto Baikal para no saber ni eso?
    
Todo indica que la globalización, el mayor movimiento esclavista que ha intentado el mundo, se va al garete, con la ayuda de Dios, gracias a la guerra comercial de Trump y Xi Jinping, con lo cual el veraneo vuelve a su ser: pateras de las mafias en el sur, y en el norte, yates de los oligarcas que quitan el hipo.

    El “Hermitage” es más asombroso que la geoda de Pulpí, cuna de nuestro ministro de Cultura, Guirao (Guirado para sus jefes peperos en Madrid). Además, el yate te sale de balde, mientras que por la geoda te levantan 22 euros, que es un arroz con bugre. Al nadar ante la mirada de ojo de buey del “Hermitage”, con mi bañador de color mandarina, me he sentido como un nativo de Hawai haciéndose el delfín para caerle en gracia al capitán Cook. El comercio ha sido muy limitado: un taxista con su chico acercaron unas bolsas a la marinería, y el chico regresó rabiando y sin propina, que “humilla a quien la da y a quien la recibe”, según el pensar del oligarca ruso.
    
El toque “Mr. Marshall” fue verlo partir, desde la cama, como había llegado. Putin no fundó colonia en Lastres. El “Hermitage” se alejaba de la ventana, entre botes de pesca de calamares con potera, mientras en la radio de la vecina sonaba Paquita la del Barrio:
    
Rata de dos patas / te estoy hablando a ti
    
La irrealidad siempre es hermosa.