domingo, 21 de octubre de 2018

Un empate convincente ante el Dépor


Palacio de Orive

Posada del Potro

Palacio de la Merced



Francisco Javier Gómez Izquierdo

       El partido de ayer del Córdoba contra el Deportivo es el primero de Liga en el que hasta los aficionados rigurosos guardan sus exigencias para tardes mas nefastas. Estuvo bien el equipo, creó ocasiones, jugó con sentido, apretó como procede en Segunda División y lo que es más importante, mereció la victoria. Se empató. Nada que reprochar. Al contrario. Sólo cabe aplaudir la entrega y actitud de unos jugadores que se emplearon al límite de sus posibilidades. Yo diría que hasta por encima. Tablas contra el aspirante quizás con más argumentos para el ascenso ni ha de sorprendernos ni hemos de tomarlo a mal. Lo que nos preocupa, ya saben, es el paso de las jornadas y la falta de puntos. Jugando como ayer y como el martes en la Copa contra el Elche (1-4 en Altabix) nos salvamos, seguro.
     
Confiamos en lo que quiso significar aquella frase desafortunada de “los brotes verdes en la Economía” y en que las buenas sensaciones no desaparezcan a partir de noviembre como esos alardes de jardineros artistas que se pueden ver estos días en la ciudad. Los he fotografiado esta mañana en mi paseo para que ustedes se hicieran una idea de las ocurrencias escultóricas de japoneses, eslovenos, chinos... con vidas tan efímeras como las de las plantas.
     
El Deportivo tiene buena plantilla y un excelente entrenador, Nacho González, al que tengo entre mis preferidos de 2ª desde que ascendiera y mantuviera al Reus. Da mucha importancia a los laterales y la movilidad de los delanteros -suele salir con dos y ninguno estático- propicia muchas oportunidades que ayer se echaron en falta por la excelente actitud del Córdoba. Dani Giménez, el portero, estuvo sublime. Salvó un punto y casi tres, pues no fue batido hasta el minuto 94. Es portero de Primera y así lo creyó el Betis cuando lo fichó del Alcorcón, pero cuatro años sin jugar en Sevilla le empujaron a la otra punta de la península para disfrutar bajo un larguero. David Simón es lateral cumplidor sin más, mientras que de Saúl, el zurdo, se espera que explote como prometía hace dos años. A los dos minutos de juego puso el gol deportivista para hacernos a todos nadar contra corriente. Caballos es otro joven lateral al que Nacho González está dispuesto a dar confianza. Los centrales no me convencieron. El portugués Domingos subterráneo y Pablo Marí escandaloso en las entradas. Éste fue expulsado a falta de 10 minutos. La media es la que llevará desde su experiencia al equipo a Primera si persevera en el conocimiento del oficio. De  Bergantiños todos los años hablo bien y me extrañó el exilio del año pasado al Spórting. Manda, corrige, se duele cuando hay que dolerse.. El amo. Vicente Gómez, otro medio centro harto de ser titular en Las Palmas es complemento ideal de Bergantiños y dejan para Krohm Dehelli  los mejores pases. Carles Gil es un 10 que prometía en el Valencia y tras su paso por Inglaterra -Aston Vila- intenta hacerse valer en Galicia. Clase tiene, pero adolece de intermitencia. A mí, lo que más me gusta del Dépor es su delantera con un Quique González empeñado en renovar la capacidad goleadora que demostrara en Almería desde la inteligencia de sus movimientos y bruscas apariciones en el área y con el joven Carlos Fernández, sevillano y sevillista de 22 años al que uno le ve además de muy alto muy buenas trazas  técnicas.  Borja Valle, otro punta con movilidad siempre ha sido un poco repentino en el carácter y ayer se enredó a gritos con el árbitro al poco de salir, a costa de una pérdida de tiempo despatarrado en el césped como si nuestro Jaime le hubieran intentado asesinar. Tomó el camino del vestuario cuando quedaban cinco minutos.También el entrenador fue expulsado por defender lo que no tenía defensa y ver  que se quedaba con nueve. Creo que se buscaba perder tiempo y a fe que lo consiguieron, pero mira por dónde, en el tiempo añadido empató el niño Andrés. Ya saben, no podemos fichar y debemos hacer de la necesidad virtud. Es decir, cantera por imperativo legal. Por Dios, que lo de esta semana sea lo que nos espere. Que nos dure más que los escorzos florales por los que hemos pasado esta mañana.