sábado, 25 de mayo de 2013

Ay, España



Azorín
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Que dice Zapatero que España es España.

    –Y cualquier cosa que pueda decir que perjudique a España, no saldrá de mi boca.
    
Parece un romance cantinero de José Alfredo Jiménez, pero es lo que piensa Zapatero, el político que más daño hizo a España después de Azaña.
    
Por ahí dejé la botella / donde me bebí tu amor, / alguien se quedó con ella / yo no sé pa’ qué la quiere, / ya me tomé lo mejor.
    
Zapatero vino con lo de la España "discutida y discutible" y se fue dando voces de “¡que te pego, leche!” a quien hablase mal de España.
    
A eso, que sólo son ladridos de perro cortijero, es lo que hoy se llama gravedad castellana.
    
Las dos palabras fundamentales de la escuela del 98 fueron “Frivolidad” (lo negativo) y “España” (lo positivo).
    
Lo que nosotros hemos combatido con más tesón, con más denuedo, ha sido la frivolidad –presumía Azorín.
    
¿Y qué es lo privativo de la frivolidad española?
    
Para Azorín, hablar sin estar enterado de un asunto.
    
A Zapatero le llevó ocho años en La Moncloa enterarse de qué iba España, que en su caso ha resultado ser la España Plural, ese concepto falangista que tan hondamente caló en el subconsciente del socialdemócrata hispano.

    –España es varia y es plural, pero sus pueblos varios, con sus lenguas, están unidos irrevocablemente en una unidad de destino en lo universal.
    
Que es lo que Zapatero, con menos lecturas que José Antonio, dijo a los catalanes cuando ya se iba: “España plural, sí, pero España”.

    La España de la sota de copas:

    –Tú eres la sota de copas, / muy bonita cantinera, / pero se te van los clientes.
    
Al patriotismo bullanguero y aparatoso (la gansada de La Roja, para entendernos), el 98 oponía (claro que con libros) un patriotismo serio, digno, sólido y perdurable al cual se llega sólo por el conocimiento minucioso de España.

    Al 98 les parecía delirio imaginar casos como el de Pedro Navarro, el general que combatió con los franceses contra España.

    Ay, España.