miércoles, 20 de febrero de 2013

Wert

Vicente Tortajada, eximio escritor y extravagante sevillano


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Wert es, en lo mediático, el ministro franquicia.

    En los Goya, Wert hizo de “Ecce homo” de Mel Gibson, con el que ninguna Hypatia se ahorró una colleja.

    Y en Andalucía, Wert hace de diana batasunera (dos disparos y a la cabeza), porque allí el profesorado debe de entender lo de ministro franquicia como ministro franquista.
    
De la TV pública pegando cuatro tiros al Rey en Cataluña al colegio público conformándose con dos tiros a Wert en Andalucía, la tierra de María Santísima que ahora lo es de Mar Moreno, esa “Flor de cananas” donde se condena el perdón no por indigno, como Nietzsche, o por cobarde, como Blake, sino por “reminiscencia cristina del catolicismo español”.

    Y Wert, como Mairena:

    –Tiro piedras por la calle; al que le dé, que perdone.

    Mas los profesores del morenazgo no perdonan a nadie: primero le dijeron “facha” y “terrorista” y luego le pegaron dos tiros. En efigie, pero dos tiros.

    –Como el toro me crezco ante el castigo –dice Wert, citando lo mejor de Hernández.

    Y en Alcalá de Guadaira, de donde procede el albero de La Maestranza, cuelgan el retrato (“como el toro burlado, como el toro”) de un Wert balaceado.

    La idea ya está ahí, en una sala de profesores: ahora, que salga un catedrático a lo Giral que entregue “las armas al pueblo”.

    Es verdad que la civilización occidental giraba alrededor del conocimiento, y que todas las demás civilizaciones giraban alrededor de la civilización occidental.

    Pero la Andalucía del morenazgo se ha apuntado a “l’exception culturelle” de jugar a hacer con Wert lo que no se atrevieron con Queipo.
    
¿Pero qué habría que hacer para acabar con la Cultura? –preguntó Alfredo Valenzuela a Vicente Tortajada.
    
Y el eximio escritor y extravagante sevillano contestó:

    –Subvencionarla, subvencionarla.

    Todo lo malo que ha hecho Wert es subvencionar la Cultura en España. Pero ¿desde cuándo es pecado la subvención en Andalucía?