jueves, 21 de febrero de 2013

...Y el Barça perdió

 Boateng... o cómo competir en Champions

Francisco Javier Gómez Izquierdo
 
¡Cómo estará la cosa, que ya hasta pierde el Barça! El 1-0 en San Siro hubiera sido un tropiezo, pero el 2-0 es casi una derrota definitiva. Los entrenadores europeos, que reconocen la propia debilidad ante los tres gigantes continentales -Barça, Madrid y Bayern- miraron al Chelsea del año pasado y copiaron el método, pues saben que la victoria borra la fealdad de los medios y dárselas de valiente en fútbol, en la mayoría de las ocasiones no deja de ser una variante del suicidio.

Los culés parecieron deprimidos, anodinos por repetitivos y lentos hasta la desesperación. Messi chocaba contra dos torres de distinto color, Méxes y Zapata, fraguadas con el mismo hormigón del más puro catenaccio y Xavi hizo huelga ante el acoso laboral a que fue sometido por la reala de galgos de Allegri. Iniesta parecía un explorador fallando machetazos en una jungla asfixiante, al tiempo que a Pedrito le cortaron las pistas de velocidad. Cesc decidía abstenerse de intervenir y el recurso de Alexis lleva tiempo demostrando que es jugar con uno menos. Como en el desenlace de la Iliada, los milaneses se hicieron temibles en la huida y ya sólo queda presentar sacrificios ante todos los dioses para que sean propicios.