José García Domínguez
Libertad Digital
Atrapada en la ratonera del euro y atada ahora de pies y manos por el
rescate bancario, España comienza a repetir, igual, calcada,
milimétrica, la secuencia tantas veces vista antes en Grecia, Portugal,
Irlanda. El parsimonioso travelling con final en el colapso que Nouriel Roubini ha descrito como un choque de trenes a cámara lenta. Manido déjà vu,
hemos llegado a una de las escenas más clásicas, la de la subida de los
impuestos al consumo junto a la pareja disminución de las
transferencias estatales. Escena vieja que ya se proyectó en su día, va
para dos años, en la Atenas de Papandreu. También allí los guionistas de
Berlín prescribieron incrementar el IVA hasta el veintiuno por ciento
en paralelo a la poda intensiva de la cobertura al desempleo, amén de
otras mutilaciones.
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