Los cañoneos desde la zona de los hospitales por parte de
Wellington contra los franceses dentro de la ciudad hicieron casi tanto daño
como éstos, unos por hostigamiento y otros por estrategia antes, durante y
después de Arapiles. Las pañerías bejaranas fueron destruidas en parte por orden
del Lord.
Los británicos no destruyeron ningún edificio de la ciudad. Fueron los franceses
y la explosión causada por un soldado español al que le dio por fumar en el
almacén de pólvora que se estaba reuniendo tras la caída de los Fuertes de
Salamanca.
Wellington nunca destruyó ninguna fábrica en Béjar,
puesto que no se llevaron a cabo operaciones militares en esa ciudad. Además, a
principios del siglo XIX Manchester era conocida como "la ciudad del algodón" y
estaba en plena revolución industrial, Béjar no era en absoluto competencia para
ella.
Lo que bombardeó Wellington fueron las fábricas de paños
bejaranas, que hacían la competencia a Manchester, nada de porcelanas. Pero peor
fue la destrucción de los edificios en Salamanca por ingleses y franceses, que
nos dejaron con la mitad de los monumentos que teníamos. Y la gente que
mataron.
Fotografías de Ricardo Sánchez Montero