martes, 3 de julio de 2012

Mario & Sergio

  
Goya
 
Manuel Jabois

Nada más empezar el partido, Mario Balotelli le soltó la pierna a Sergio Ramos en una entrada que no vio el árbitro. Balotelli había sucumbido a la juventud, a la inexperiencia y a la alegría de vivir. Balotelli se había tomado una coca cola en los vestuarios y pensó que el mundo ahí fuera era como se lo habían contado en Manchester: un lugar en el que uno puede meter en el campo su descapotable y saludar a los defensas de buen rollito como a los aficionados por las calles. Balotelli era joven, guapo y salía con modelos; por encima de él, según confesión propia, sólo estaba Messi. Pronto iba a convertirse en campeón de Europa y decidió empezar a festejarlo llevándose por delante al primero con el que se cruzó en el minuto 3 de partido.

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