lunes, 27 de septiembre de 2010

Sevilla era especial

Álbum de La Casera. Sevilla de hace cuarenta años, con Lora,
al que Kubala volvía loco, y Berruezo,
que cayó fulminado como Antonio Puerta



Francisco Javier Gómez Izquierdo

El Sevilla es un club de fútbol que lleva unos cuantos años haciendo las cosas bien y tres meses vulgarizándose. Monchi, Caparrós y Antonio Álvarez hicieron grande al Sevilla, pero...
Monchi ya no es infalible. Le ha picado el veneno del carnaval gaditano y piensa como chirigotero. De adivinar el diamante entre el carbón ha pasado a comprar a precio de diamante lo que no debió salir de la carbonería. De Dani Alves por cuatro duros a Mosquera por no sé cuántos millones de leurazos. ¿Y ese Dabo? ¿Y esotros Cigarini y Guarente, y Romaric y Zokora?
Caparrós se fue en el momento oportuno dando paso a uno de los mejores técnicos de España: Juande Ramos. El manchego nunca debió irse de Nervión. Él lo sabe y desde el día que sucumbió a las libras esterlinas no tiene sosiego, acosado por las maldiciones de mil brujos contratados por Del Nido.
Don José María puso en el banquillo a Jiménez, el hijo más cojonudo de la familia palangana -"..Manolo, qué güevos tienes", cantaban los sevillistas el día que su Sevilla B tumbó en la prórroga al Burgos en el Sánchez Pizjuán impidiéndole ascender a 2ª división -, pero al zurdo del Arahal le vino grande Kanuté, y Luis Fabiano, y sobre todo la prensa. Un entrenador en guerra con los periodistas está condenado a la guillotina... y la cabeza del primogénito de Don José María cayó como fruta madura. Antonio Álvarez -el hijo más querido- cogió al equipo en plena depresión, lo que no le impidió ganar la Copa del Rey. Un título con dos meses de entrenamiento. Al iniciar la presente temporada se le sublevaron los futbolistas más ingratos -Schilachi, Luis Fabiano, Chevantón...-, a Monchi le atacó la peor miopía de los últimos veranos y Del Nido bajó el dedo de emperador caligúlico.
El Sevilla está en plena transición. Necesita una renovación y soltar lastre de desilusiondos: Luis Fabiano, Renato, Romaric, el mismo Kanuté... Hay veinteañeros de fiar en el filial. De eso se tenía que haber encargado Monchi con Antonio Álvarez, pero ya no va a poder ser. Se perdió la championlí y se va a perder esta nueva Copa de la UEFA. La culpa no es de Antonio Álvarez, que demostrará su sapiencia lejos de la casa del padre. Cuatro partidos. Un mes de competición y despedido. Estas cosas no debe hacerlas Monchi. Antes de ser chirigotero, ni se le ocurrían...


Ni Pintinho. Ni Polster. Ni Suker. Ni Zamorano.
Sevilla con Biri Biri, el auténtico mito palangana.
Tolo Plaza en el extremo izquierdo, también fallecido hace unos años.