UN COJO
Abd-el-Krim, jefe de la tribu de los beniurriaguel... Algunas imprudencias lanzaron a este jefe, que fue amigo de España, a la más enconada hostilidad. Baste decir que un hermano suyo estuvo estudiando en Madrid, y alojado por cierto en la Residencia de Estudiantes... A los pocos meses de su encierro intentó Abd-el-Krim fugarse y se descolgó de las tapias del fuerte; pero el golpe fue tan fuerte que se rompió una pierna... No consintió, pues, que lo curasen, y por eso es cojo, con cojera que le obliga a caminar muy difícilmente y con ninguna marcialidad guerrera. Tal es, por lo tanto, el adalid de la temible jarka: ¡un abogado cojo!
ANNUAL / EDUARDO ORTEGA Y GASSET
Ignacio Ruiz Quintano
Abd-el-Krim, jefe de la tribu de los beniurriaguel... Algunas imprudencias lanzaron a este jefe, que fue amigo de España, a la más enconada hostilidad. Baste decir que un hermano suyo estuvo estudiando en Madrid, y alojado por cierto en la Residencia de Estudiantes... A los pocos meses de su encierro intentó Abd-el-Krim fugarse y se descolgó de las tapias del fuerte; pero el golpe fue tan fuerte que se rompió una pierna... No consintió, pues, que lo curasen, y por eso es cojo, con cojera que le obliga a caminar muy difícilmente y con ninguna marcialidad guerrera. Tal es, por lo tanto, el adalid de la temible jarka: ¡un abogado cojo!
ANNUAL / EDUARDO ORTEGA Y GASSET
Ignacio Ruiz Quintano
