FATALISMO
Chateaubriand también intentó suicidarse con una escopeta cuyo fiador estaba bastante gastado: la cargó con tres balas, montó el gatillo, metió el cañón en su boca, golpeó varias veces la culata contra el suelo y no se disparó. En vista de eso, como era fatalista, dejó que la vida lo matase cuando quisiese.
EFIGIES / RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
Ignacio Ruiz Quintano
Chateaubriand también intentó suicidarse con una escopeta cuyo fiador estaba bastante gastado: la cargó con tres balas, montó el gatillo, metió el cañón en su boca, golpeó varias veces la culata contra el suelo y no se disparó. En vista de eso, como era fatalista, dejó que la vida lo matase cuando quisiese.
EFIGIES / RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
Ignacio Ruiz Quintano