-Vaya por delante una aclaración: el arte para mí es una cosa tan, tan seria, como la muerte.
Pepe Cerdá
-Hoy he entrado en un par de librerías y no he comprado ningún libro,
cosa que no conseguía desde hace décadas. Lo siento como una liberación.
Pepe Cerdá
-Ahora, con la vida a medio vivir, siendo optimista, sigo cumpliendo años, pero ya no me acuerdo de qué quería hacer con ella.
Pepe Cerdá
-Lucrecia Borgia tenía grabada en la cabecera de su cama esta frase:
"Sin esperanza, luego sin miedo". Puede que ésa sea la solución. Dejar
de esperar, dejar de temer... Parece fácil.
Pepe Cerdá
Valle de Esteban
-Vagar escuchando música de Tom Waits y con alguien querido que guarda silencio a tu lado.
Pepe Cerdá
Valle de Esteban
-Todo lo que rodea administrativamente al ejercicio de una profesión es chusco, malintencionado, trabajoso y aburridísimo.
Pepe Cerdá
Valle de Esteban
-Lucrecia Borgia tenía grabada en la cabecera de su cama esta frase:
"Sin esperanza, luego sin miedo." Puede que ésa sea la solución.
Pepe Cerdá
-Sólo se entiende lo que es un whisky doble cuando se viaja,
que viene a ser la mitad de uno normal aquí.
Pepe Cerdá
-Leer sin orden ni concierto (ahora ensayo, luego divulgación
científica, más tarde novela, o biografía, o poesía, o filosofía) creo
que no me ha sentado nada bien.
Pepe Cerdá
-A mí no hay nada que más me guste que las ferreterías y las tiendas
de libros, entro a menudo en estos establecimiento para que se paren el
tiempo y mi cabeza.
Pepe Cerdá
-Los de provincias siempre que vamos a Madrid nos "mudamos",
estrenamos algo, y claro, aún se nota más que somos de provincias. Como
cuando los pobres van de boda.
Pepe Cerdá
Valle de Esteban
-La postura de los artistas ante poderosos es un poco así. Los
poderosos tienen prefijado un arquetipo de artista: despistado,
despreocupado por el dinero, siempre obsesionado por su trabajo, etc. Y
gustan de hacer comentarios en público al respecto de sus protegidos del
mismo tono que los que le hacían al tonto de Daroca. Los artistas, si
no son verdaderamente tontos (que los hay abundantemente), se lo hacen,
para no defraudar al bravucón mecenas y hacerle quedar bien ante sus
amigos.
Pepe Cerdá