Gianluca Rocchi
López Silva
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Ayer me puse a ver el Valencia y de vez en cuando pasaba al Chelsea-Ajax. Al poco, con el 1-1 de Stamford Bridge, me quedé en esa pantalla que es como un carrusel que conecta con los campos donde hay gol. En realidad no ves los partidos en condiciones, pero reconozco que disfruté durante hora y media como los casi juveniles que anoche pasaron por el televisor desde todos los campos donde se jugaba Copa de Europa. Supongo que a estas alturas se habrán dado cuenta que me gustan los entrenadores que se atreven a sacar a la palestra, no diez minutos con 4-0 a favor, a jugadores jóvenes, 21 años o menos, para que demuestren su capacidad y sobre todo su talento. La palma se la llevó éste Chelsea-Ajax en el que sabíamos las buenas costumbres de Ten Hag y nos sorprendió agradablemente Patrick Lampard, al que no sabemos si permitirán por mucho tiempo tanta alegría postadolescente.
Ayer me puse a ver el Valencia y de vez en cuando pasaba al Chelsea-Ajax. Al poco, con el 1-1 de Stamford Bridge, me quedé en esa pantalla que es como un carrusel que conecta con los campos donde hay gol. En realidad no ves los partidos en condiciones, pero reconozco que disfruté durante hora y media como los casi juveniles que anoche pasaron por el televisor desde todos los campos donde se jugaba Copa de Europa. Supongo que a estas alturas se habrán dado cuenta que me gustan los entrenadores que se atreven a sacar a la palestra, no diez minutos con 4-0 a favor, a jugadores jóvenes, 21 años o menos, para que demuestren su capacidad y sobre todo su talento. La palma se la llevó éste Chelsea-Ajax en el que sabíamos las buenas costumbres de Ten Hag y nos sorprendió agradablemente Patrick Lampard, al que no sabemos si permitirán por mucho tiempo tanta alegría postadolescente.
Ahora, por la mañana y analizado fríamente, tengo que decir que el partido era del Ajax. En la 2ª parte y con 1-4 no se puede escapar un partido, pero el árbitro y el VAR ya me dieron síntomas de peculiar yunta en el 2º gol holandés, el del exsevillista Promes, cuando no dudaron ni un segundo en adecuar impresiones. La verdad es que antes del VAR, en caso de duda en el fuera de juego había que dar gol. Dudoso fue también el 2º de Azpilicueta que ponía 2-4 en el marcador, pero lo que requiere meditada reflexión de los “reglamentaristas” es el triple castigo en el penalty que dio el 3-4. López Silva era un futbolista andaluz enclenque que en un partido de invierno no sé si en Oviedo o La Coruña cometió una falta. El árbitro concedió ley de ventaja porque el rival era más robusto y en la persecución volvió a repetir falta. El árbitro paró el juego y al pobre “Pajarito” -así le llamábamos en preferencia-, muy gráficamente, para que el público entendiera, en la misma jugada le enseñó dos amarillas, una por cada falta, ante el estupor propio y de los cordobesistas y el jolgorio del estadio. Semejante actuación que se puede disculpar en El Toralín o La Balastera la interpretaron el florentino Gianluca Rocchi y el VAR ni más ni menos que en Londres y sin ningún pudor amputaron la defensa ajacied en la misma jugada. El señor Rocchi expulsó a Blind y el VAR a Veltman en el mismo minuto, en el 70, para desatar una tormenta en la que los holandeses estaban condenados a salir empapados. Al final la cosa quedó en empate a cuatro pero no hubiera sorprendido el triunfo de los azules. Un quinto gol de Azpilicueta anulado por mano de Abraham a mí me dejó muchas dudas. De todos modos, partidazo que ayuda al Valencia a llegar con todas las opciones para pasar a octavos. El encuentro ante el Lille lo revolucionó Ferrán Torres, otro mozuelo que saltó a arreglar un descorazonador 0-1... y el excadista Manu Vallejo, educado en el contrataque por quien mejor lo enseña hoy en España: Álvaro Cervera. Apasionante se presenta el Valencia-Chelsea. Si el Valencia gana, asegura clasificación.
En el grupo del Barça también hubo rock duro en Dortmund donde el Inter dejó escapar de modo incomprensible un 0-2 que casi lo clasificaba y entre Achraf, que está que se sale, y Alcácer, que salió, robó e incendió el Iduna Park en una jugada que aún debe estar reprochando Comte a Candreva y Brozovic, dieron la vuelta a una manta que todos veíamos negra y azul... y supongo que la otra seguirá azulgrana aunque el Barça da lánguidas y menopaúsicas sensaciones a pesar del juvenil Amsu Fatti, que también hubo de salir para animar el triste cotarro catalán. El nene cumplió poniendo un gol a Messi, pero hasta el monstruo anda en horas bajas y lo falló. Me fastidia un poco que no pase el Slavia, porque sigo manteniendo que juega muy bien al fútbol y mereció ganar tanto al Inter en Milán como al Barçá en Praga. Al Nápoles y al Liverpool los asustaron en su grupo, sobre todo al Nápoles con la poderosa presencia de ese Haaland que con 19 añitos hace goles como churros, pero la cosa pinta favorable para los dos favoritos.
Sorprende el Leipzig que con el RB nos suena como a dopado extravagante y bravucón pero ahí está airoso y retador para octavos sin que sepamos si se lo han puesto fácil o es virtud propia tanta soltura como ha demostrado en la fase de grupos.
Me he puesto a escribir porque quería transmitir las buenas sensaciones que un servidor tuvo ayer viendo auténtico fútbol. Esperemos que esta noche sigamos por el mismo camino.